La Covid-19 alteró el orden de las prioridades de las administraciones públicas en 2020, y el deporte fue uno de los ámbitos que también sufrieron el recorte presupuestario. Los 27 países miembro de la Unión Europea (UE) invirtieron un total de 53.462 millones de euros en deporte en 2020, de los cuales 4.959 millones se repartieron en España. Es un recorte del 4% respecto a 2019, un ajuste que no impidió que nuestro país se mantuviera en el podio europeo de países que más inversión pública destinaron al deporte, según los datos obtenidos de Eurostat.
Eso sí, España figura lejos de la media de estados europeos de gasto deportivo de las administraciones por habitante, con 104,7 euros, un 2,7% menos que en 2019, antes de la pandemia. Eurostat contabiliza como gasto deportivo el desembolso realizado en promoción deportiva, desarrollo de infraestructuras y presupuesto para federaciones, clubes y centros de alto rendimiento y tecnificación.
Pero, ¿cómo se comportaron otras potencias europeas? Italia, país similar por volumen de población, fue uno de los que más recortó su factura deportiva, con un ajuste del 10% respecto al año pre-covid, con un total de 4.390 millones de euros y un desembolso medio por habitante de sólo 73,9 euros, un 6,6% menos.
Francia redujo su gasto total un 6,1%, pero, pese a ello se mantuvo como el país en el que más dinero público se destinó a deporte. Es más, la ratio de inversión por habitante fue de 189,8 euros, entre los seis mayores de la UE. Eso sí, este importe cayó en más de un 7%, por debajo de la barrera de los 200 euros que llevaba años superando.
En Alemania, la situación fue muy distinta: 114,7 euros de inversión deportiva por ciudadano, justo por encima de España en el ranking. Su desembolso público en deporte se elevó hasta 9.541 millones de euros, un 7,4% más y un 5,9% más en gasto por alemán. Fue la única gran potencia que elevó su presupuesto.
Los países con más inversión por habitante volvieron a ser Luxemburgo y Suecia, aunque Holanda escaló de la cuarta a la tercera posición en tan solo un año, situándose por delante de Finlandia. En Luxemburgo, el gasto por ciudadano cayó un 3,5%, pero continuó siendo muy superior a la media, con 501,5 euros. A larga distancia se situó Suecia, con 293,8 euros, seguida de Países Bajos, con 248,4 euros. Finlandia y Dinamarca cerraron el top-5, ambos superando la barrera de los 200 euros.
La otra cara de la moneda es la Europa del Este, con Bulgaria a la cola con tan sólo 21,4 euros, un importe que en el primer año de la pandemia mejoró un 79%. El butdget de Rumanía se mantuvo estable con 33,8 euros, mientras que el de Letonia cayó un 8% interanual, hasta 36,2 euros.
España eleva un 18% su presupuesto público para deporte en un lustro
El país destinó 700 millones de euros más a deporte que en 2016, cuando aún no había salido de la crisis y los presupuestos públicos estaban fuertemente condicionados por el objetivo de recorte del déficit. Con la recuperación económica, el Estado y el resto de administraciones autonómicas y locales fueron abriendo el grifo del gasto, con un incremento del 17,9% en cinco años. En Alemania la subida fue de casi el doble, un 29,5%, por el 6,5% de Francia. En Italia, en cambio, cayó un 6,5%.
El alza del presupuesto de Países Bajos ha sido a la par del de España, con una mejoría del 16,7% en cinco años. Entre los países que han incrementado su gasto público en deporte por encima de la media de la UE, que en el último lustro se situó en un alza del 35%, están Portugal, con un 41,2% más, países del este del Viejo Continente como Bulgaria (81,9); Rumanía (50%); Hungría (40%) o Lituania, donde se dobló.
Precisamente son los países donde más margen de mejoría existía, porque partían de una situación más humilde en términos de inversión pública en promoción deportiva. En cambio, en países más maduros donde este tipo de desembolso está más consolidado y son países referentes, como Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia, la mejoría ha sido del 22,3% de media.