Hay unanimidad al respecto: tras la pérdida de vidas durante los últimos doce meses, la destrucción de empleo provocada por el virus y el derivado freno a la actividad económica ha sido la peor noticia que ha dejado la situación sanitaria. Trece meses después del estallido de la crisis ya hay cifras oficiales para medir el impacto de la pandemia en términos de empleo. La crisis se llevó por delante 15.800 empleos de la industria del deporte en España en 2020, según los datos facilitados por el Consejo Superior de Deportes (CSD) a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA).
A diferencia del dato no desglosado que ofrece la EPA cada trimestre, esta estadística sólo tiene en cuenta a las personas que trabajan en el sector deportivo, por lo que no contabiliza a los profesionales del sector recreativo y de entretenimiento, como la plantilla de los parques temáticos y acuáticos, por ejemplo.
Desde el último trimestre de 2019, el último que no se vio afectado por la crisis sanitaria, la cifra de profesionales ocupados en el sector deportivo ha caído de 223.200 a 207.400 personas. El golpe hubiera sido aún mayor de no ser por los expedientes de reducción temporal de empleo (Erte), que permite a los afectados mantener su trabajo y obliga a las empresas a recuperarlos una vez han reanudado su actividad. De ahí que los afectados por Ertes estén contabilizados como personas ocupadas, y no como paradas.
La Covid-19 ha devuelto al sector deportivo a cifras de empleo de 2017, cuando el sector generó 204.000 ocupados en España. En el caso de las mujeres el retroceso es mayor, puesto que hay que remontarse a 2016 para encontrar una cifra de ocupación inferior a la de 80.800 personas que finalizaron 2020 con trabajo en este sector.
La cifra total de empleados en esta industria cayó un 7%, un descenso sin precedentes en la serie histórica de la EPA. La destrucción de empleo afectó más a los hombres, con una caída del 7,5%, por el 6,2% de las mujeres. En comparación con el último trimestre de 2019, la destrucción de empleo deportivo masculino ha sido de 10.300 personas, mientras que la lista de mujeres ocupadas ha perdido 5.400 efectivos. La destrucción de puestos de trabajo no ha provocado que el empleo deportivo pierda peso sobre el tejido laboral español, ya que continúa representando un 1,1% del total.
Pese a los malos datos de 2020, los registros arrojan buenas noticias y una clara mejoría en el último trimestre, en comparación con el segundo y el tercer periodo. Entre abril y junio, cuando los gimnasios estuvieron cerrados y no se organizaron eventos deportivos, el sector sólo contó con 182.800 personas ocupadas. Desde entonces, el sector ha sumado 13.700 personas con trabajo (18.900 varones y 5.700 mujeres). Desde el tercer trimestre (julio-septiembre), cuando los centros deportivos pudieron volver a abrir, se han ganado 13.700 empleos (9.100 varones y 4.600 mujeres).
En las próximas semanas la EPA dará a conocer su registro de empleo del primer trimestre de 2021. Si bien en el sector deportivo suele ser un buen periodo por las contrataciones de personal realizadas para hacer frente al pico de altas que se suele registrar en el arranque de año en los centros deportivos, este año no se espera un buen dato debido al cierre temporal de gimnasios en enero y febrero. La situación mejoró en marzo, cuando la mayoría de comunidades autónomas reabrieron sus complejos deportivos y empezaron a registrarse más altas que bajas, según admiten la mayoría de gestores de instalaciones deportivas a 2Playbook. Está por ver si las cifras del primer trimestre mejoran a las de cierre de 2020 y se confirma el aumento de empleo por tercer trimestre consecutivo tras la fuerte caída en la ocupación registrada entre abril y junio del año pasado.
Más voluntarios y menos asalariados
El del deporte es un sector que suele apoyarse en la figura del profesional no asalariado, es decir, aquel que entrena a un equipo sin cobrar, por ejemplo. La cifra de empleados que no reciben una remuneración ha ido en aumento en los últimos años, pero se ha disparado especialmente desde que estalló la crisis sanitaria. De este modo, si antes de la Covid-19 aumentaba cada tres meses en hasta 5.000 personas, en el segundo trimestre de 2020 aumentó en más de 10.000 personas. Si antes de la crisis los no asalariados representaban el 10,7% de los empleados, tras la pandemia ya suponen el 15,3%.
A su vez, el número de asalariados cayó con fuerza. En un año, se han perdido 24.500 asalariados, una cifra superior a los 15.800 empleos que han desaparecido en 2020; el motivo es que el número de no asalariados ha aumentado, compensando así la caída de empleo en el sector.
A cierre de 2020, 174.600 personas tenían contrato y cobraban por ello, por los 31.800 que trabajaban como voluntarios. Entre los asalariados ha crecido el número de empleos indefinidos hasta 121.100 profesionales, la cifra más elevada de la historia con un repunte interanual de casi el 11%. El número de profesionales con contrato temporal ha caído un 40,4%, hasta 53.500 personas.
Respecto al tipo de contrato, los que trabajan full time supusieron 121.500 asalariados, 1,6% menos que el año anterior, mientras que el número de personas con contrato a tiempo parcial se redujo un 13,8%, hasta 85.800 profesionales.
EREs en camino
Cifras de la secretaría de Estado de Empleo y Economía Social referentes al avance estadístico de 2020 cifran en 21.301 el número de empleados afectados por una suspensión o reducción de contrato, y en 117 profesionales los afectados por despidos colectivos en el sector artístico, recreativo y de entretenimiento.
Algunas de las entidades que han presentado Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) son el Málaga CF y Nike. La filial ibérica ha pactado con los sindicatos el despido del 40% de su plantilla de oficinas en España, lo que supone la salida de 80 trabajadores. Además, el cambio de sede de Reebok de Barcelona a Zaragoza provocó la salida de algunos trabajadores, mientras que otros optaron por cambiar de ciudad. Por otro lado, después de que Shimano decidiera tomar el control directo de su negocio en España y Portugal, y romper la relación histórica con Macario Llorente, esta compañía prescindió de 78 empleados y cerró.