La palabra sostenibilidad suele evocar de inmediato al cuidado del medioambiente, pero hoy día abarca más acepciones que nunca. Esa fue una de las conclusiones extraídas en el primer encuentro 2P Talks La sostenibilidad, de challenge a oportunidad para el deporte, organizado por 2Playbook con el apoyo de Signify. “La sostenibilidad engloba algo más amplio: la buena gobernanza, la igualdad, la gestión responsable de los fondos…”, afirmó Miguel García Caba, vicesecretario general de la Real Federación Española de Fútbol. “Abarca lo medioambiental, pero también lo económico y lo social”, añadió Sofía Miranda concejal delegada de Deporte del Ayuntamiento de Madrid.
El sector del deporte se ha lanzado a abordar esta cuestión, en parte por necesidad y en parte por convicción, pero ¿cómo está afrontando este desafío? Pablo Ortiz, responsable de negocio de Baskonia-Alavés, afirmó que “antes mejorábamos medioambientalmente las instalaciones porque era lo más sostenible económicamente; ahora hay un cambio de paradigma y vemos que es algo que busca la sociedad. En ese sentido, a nuestras marcas y clientes, es decir, patrocinadores, tenemos que darle ese componente para cumplir con sus expectativas”. En otras palabras: la sostenibilidad tiene impacto económico, ya sea vía ahorro energético o como generador de nuevos ingresos a través de las marcas que se asocian a activaciones de este tipo o a entidades que cuidan esta cuestión.
Desde el Club de Campo Villa de Madrid, la eco sostenibilidad ha estado en el ADN de la institución, en gran medida porque es una instalación cuya actividad depende de esa sostenibilidad debido al elevado consumo de energía y agua que requiere. “Hicimos un cambio en iluminación LED, aislamiento térmico y la sustitución de calderas de gasoil por calderas de biomasa; todo ello requiere ayuda y voluntad de las entidades municipales, porque somos una instalación pública con 35.000 abonados”, comentó Antonio Vos Saz, director financiero y de calidad del Club de Campo Villa de Madrid. “Hay que invertir para luego recuperar esos recursos”, añadió.
Rafa Muela: “Va a haber criterios de sostenibilidad que van a definir dónde quiere invertir un fondo de inversión o una marca que desea patrocinar”
Signify ha sido otro de los aliados de los clubes que han optado por invertir para ser más eficientes en el consumo de la luz sin renunciar a la experiencia. La compañía ha aprovechado la tecnología LED para mejorar la experiencia en el estadio antes, durante y después del partido, lo que facilita que el fan esté durante más tiempo en el recinto, conecte más con el club y, probablemente, genere más ingresos a la entidad. “La tecnología LED es sostenible, pero también ayuda a generar shows en la instalación”, afirmó Sergio Pérez, business developer Sports & Arena del grupo propietario de la marca Philips.
Uno de sus clientes ha sido el Real Betis, que es uno de los clubes de LaLiga que ha abanderado la sostenibilidad en los últimos tiempos. Rafa Muela, director general de la fundación del club bético, aseguró que la visión de la responsabilidad social empresarial que tiene el club está permeada en todo el consejo de administración. “Debemos representar esos valores y devolverle a la sociedad lo que nos ha dado; está en nuestro ADN ser algo más que un club y la plataforma de sostenibilidad Forever Green es una manera de canalizar ese sentimiento de solidaridad y esa urgencia, la más importante que tenemos, que es el respeto medioambiental”.
Muela fue más allá al recalcar que a partir de ahora “va a haber criterios de sostenibilidad que van a definir dónde quiere invertir un fondo de inversión o una marca que desea patrocinar el deporte”, afirmó. Es algo que también suscribió Vos Saz, director financiero y de calidad del Club de Campo Villa de Madrid, al afirmar que los patrocinadores cada vez lo tienen más en cuenta. De hecho, el Open de España de golf, que se celebró en esta instalación, contó con el apoyo de Acciona, que se alineó con esta visión como main sponsor.
Pero, ¿cómo alinear esas inversiones que suelen ser a medio y largo plazo con la gestión del día a día? Desde el punto de vista de la UD Logroñés, club que milita en la Primera Rfef, “debemos ejemplificar en todos los aspectos”, afirmó Juan José Guerreros, vicepresidente de la entidad. “Dos años después de empezar con la política papel 0%, hemos conseguido que el 15% de nuestros socios ya tengan carnet de socio online”. El directivo ha admitido que el trasfondo económico, derivado del ahorro energético que generan este tipo de acciones, es relevante y debe ir ligado.
Ahora, el club está trabajando para construir una nueva ciudad deportiva con huella de carbono cero. “Buscaremos construirla en la medida de lo posible con materiales reciclados, que es algo que se ponderará en el concurso público para elegir qué socios nos acompañarán en la construcción del equipamiento”, afirmó.
Una de las mayores gestoras de recintos deportivos y para uso cultural, WiZink Center, también está trabajando en este sentido. En palabras de Manuel Saucedo, consejero delegado del WiZink Center, es importante que la sociedad y los gestores deportivos se sumen a este cambio. “La industria del deporte es difícilmente sostenible porque se dedica a reunir a gente, a movilizarla; es importante que la gente que practica, ve y se dedica al deporte tenga conciencia medioambiental porque debemos ser los impulsores de este movimiento”, afirmó
Para Saucedo, también es fundamental involucrar a los arquitectos en ese proceso. El directivo se preguntó cuál era el perfil de deportista en la actualidad, y apuntó al practicante outdoor, que no requiere de grandes infraestructuras. “Que los arquitectos definan qué tipo de instalaciones son necesarias para evitar grandes proyectos inutilizados es clave”, apuntó.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) repartirá 300 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Genration hasta 2023, que especialmente irán a parar a mejorar las infraestructuras deportivas de alto rendimiento en materia de digitalización y sostenibilidad.
Pablo Castillo, subdirector de promoción deportiva del organismo público, argumentó que el sector debe “tener la vista puesta en que la sostenibilidad es un factor determinante a la hora de practicar deporte, no sólo a nivel eventos, sino en cuanto a la creación de infraestructura”. Además, subrayó que “los distintos actores del deporte tienen el reto de crear factores innovadores en sostenibilidad”, ya que “de momento estamos tomando ideas de otros ámbitos y sectores”.
Manolo Saucedo: “La industria del deporte es difícilmente sostenible porque se dedica a reunir a gente, a movilizarla”
Por su parte, Sofía Miranda reflexionó sobre cómo será el complejo deportivo del futuro, y advirtió que lo que está por venir poco tendrá que ver con las macroinstalaciones deportivas que se han construido en las últimas décadas, sino que “estará más vinculado a la práctica libre y espontánea que precisan instalaciones más pequeñas” que den cabida a las nuevas tendencias: cross-training, skate, escalada, entre ellas. Aunque aseguró que “las administraciones deberemos seguir invirtiendo en pistas y campos para deportes más tradicionales porque debemos ofrecerlo a la sociedad, hay que anticipar la práctica deportiva que está llegando”.
Precisamente Signify ha trabajado con el ayuntamiento madrileño para instaurar iluminación conectada en los espacios deportivos básicos de la ciudad. Por el momento, se ha impulsado un proyecto piloto de la mano de la start up Aluzina, que permite a los ciudadanos reservar la pista o encender y apagar automáticamente la iluminación en función de la reserva.
¿Es más complicado lanzarse a realizar acciones que ayuden a la sostenibilidad en el sector público que privado? En gran medida sí, según se concluyó en el encuentro. Según Miranda, “la sostenibilidad a corto plazo cuesta dinero, pero a largo es una inversión a futuro; eso es algo que le cuesta menos entender a las empresas porque esas inversiones acarrean factores económicos y reputacionales; para la Administración es distinto porque los plazos administrativos son más largos”.
En cuanto a los retos de futuro que afronta el sector, Juan José Guerreros, de la UD Logroñés, recalcó que el objetivo debe ser “convencer y concienciar tomando medidas como puede ser premiar prácticas sostenibles y penalizar la práctica contraria”, mientras que Miranda apuntó al binomio deporte-salud.
Saucedo afirmó que el desafío es, desde las administraciones públicas, proyectar a los deportistas como referentes y figuras sensibles con el planeta y su entorno. Su visión liga con la de otros directivos, que entienden en el deporte la responsabilidad de ser un ejemplo de buenas prácticas por convicción, no por obligación. Todo ello, con el fin de concienciar, como apuntaron Miguel García, de la Rfef, y el responsable de sostenibilidad del grupo Baskonia-Alavés, Asier García, afirmó que “el reto debe ser la concienciación porque somos entidades que a su vez ejercen de altavoces; debemos ser tractores de esa concienciación y se lo debemos a la ciudad de Vitoria, a las instituciones y a los aficionados”.