El deporte, como todo sector económico, depende de su entorno, pero también influye en él a través de su actividad. Es por ello, que una de sus responsabilidades principales es la conservación del territorio con el reto de generar no sólo el menor impacto negativo posible, si no también dejar el mayor retorno económico posible. Sobre ello hablaron dos de los principales directivos de UTMB, principal organizadora de eventos de trail, y Silverstone Circuit, en la última edición de 2Playbook Class, en las que se desgranaron las mejores prácticas para crear un evento deportivo sostenible. Las dos instituciones se encuentran dentro del 55% de organizaciones deportivas que han integrado un plan de sostenibilidad, según el informe Global Sustanibality Benchmark in Sports.
Florian Lamblin, director de UTMB World Series, abrió el debate señalando la importancia que tiene para sus competiciones el territorio y el entorno en el que se realizan. “El trail running ha nacido con la naturaleza. Es el primer ángulo de nuestra política de sostenibilidad”, explicó el directivo. Para ello, cuenta con UTMB for the Planet como pilar medioambiental a través del que vertebran sus acciones, aunque también trabaja en otro pilar centrado en la inclusión, por un lado, y el territorial. Con estos tres vectores busca maximizar sus acciones que impactan de manera positiva en el medio ambiente. Lamblin apunta al transporte como el factor que más impacto genera en sus carreras. “Entre el 70-80% de la huella de carbono viene del transporte que utilizan los deportistas para llegar al evento, sobre todo el transporte aéreo”, aseguró. De ahí que busquen facilitar la llegada de los participantes para limitar al máximo el número de vehículos que se desplazan.
Por su parte, Stephan Bazire, responsable de sostenibilidad de negocio y alianzas del Circuito de Silverstone, cuenta con una estrategia de tres puntos basada en el planeta, en las personas y en la prosperidad. “Son los tres pilares que tenemos a partir de la estrategia Shift to Zero”, señaló. Bazire también sitúa el transporte como principal generador de emisiones. En su caso, lo cifra en más del 80% de la huella de carbono total del recinto. “No tenemos ningún tren cerca y casi 100.000 coches vienen al Gran Premio de Fórmula 1. Por ello, estamos tratando de incentivar políticas de transporte”, afirmó. El car pooling o vehículo compartido es una de las iniciativas utilizada por ambas organizaciones para reducir el número de coches que se movilizan para cada evento. El trazado británico también apuesta porque la mayoría de los espectadores que acude al Gran Premio pase su estancia durante todo el fin de semana en sus instalaciones, donde se puede acampar. “Así evitamos que tengan que ir y volver con el coche y generamos unos ingresos extra”, explicó.
Para el Circuito de Silverstone, la energía es el primer bastión de su estrategia. “En el punto más alto de la crisis energética, calculamos que si seguíamos igual en los próximos 25 años gastaríamos 100 millones de libras en electricidad”, apunta. Por ello, empezó a reducir su dependencia energética apoyado en energías renovables con la instalación de placas fotovoltaicas o el uso de aceite vegetal hidrogenado (H-bio). Es un ejemplo de cómo invertir en sostenibilidad supone trabajar en un ahorro a futuro.
Los expertos coinciden en la necesidad de definir un plan a largo plazo con ejes estratégicos, para luego sumar objetivos a medio y corto
El circuito mundial de trail running dirigido por Lamblin también pone el foco en las comunidades en las que realiza cada una de sus pruebas. El directivo puso de relieve la necesidad de “entender el ecosistema en el que se acoge el evento y cuáles son las políticas públicas en las que encajamos. En definitiva, se trata de tener un diálogo con todas las partes para entender cuáles son sus preocupaciones y cómo podemos responder nosotros a ellas”. El reto del circuito, es tener pruebas en los territorios más cercanos a grandes comunidades de atletas de trail. De hecho, reconoce que hay eventos que no han salido adelante debido al riesgo que suponía su celebración. “No podemos tener un Chamonix en cada lugar del mundo”, apuntó Lamblin haciendo referencia a la prueba cumbre del circuito, la UTMB Trail Mont-Blanc, que reúne a más de 20.000 aficionados, sin contar los participantes.
La diversidad y la inclusión social son otros de los puntos clave de todo plan de sostenibilidad. En el caso de la UTMB, ha incorporado en los últimos meses la posibilidad de que las mujeres embarazadas inscritas puedan aplazar su inscripción. También se ha apostado por políticas de comunicación que visibilizan a las mujeres corredoras. Todo ello ha favorecido que hoy día el 30% de sus participantes sean mujeres.
Por su parte, Silverstone cuenta con más mujeres que hombres en su plantilla, un rara avis en el deporte del motor. Además, el circuito potencia la presencia de aficionadas, así como de más público joven, transformando sus eventos deportivos. “Estamos haciendo más eventos que parecen festivales. La gente viene por lo que pasa en la carrera, pero también por todo lo que hay alrededor”, aseguró Bazire.
Ambos reconocieron que para implementar un plan de estas características y aplicarlo de forma efectiva es necesario poner la mirada en el largo plazo. “Somos más eficaces si creamos esa visión de futuro, señalamos dónde queremos estar en 10 o 20 años y después ya vamos planteando objetivos a medio y corto plazo que sean más operacionales”, argumentó Lamblin. En esta misma línea, Bazire esgrimió que “tener claro el propósito te permite comunicarlo todo mucho mejor para que la gente te compre la idea y, en consecuencia, poder tomar decisiones”.
Invertir en sostenibilidad no sólo sirve para generar impacto, sino también para generar ahorros en la operativa o crear nuevas fuentes de ingresos
La comunicación también tiene un peso fundamental para lograr que las medidas aplicadas surtan efecto. En este sentido, el directivo del circuito británico que alberga la F1 y la MotoGP señaló que hay que hacer un trabajo de pedagogía con todos los stakeholders para que sean conscientes del efecto que pueden tener sus acciones. Por ejemplo, en cuanto a la gestión de residuos, Silverstone creará una app para que los aficionados puedan indicar que reciclan de forma correcta en las basuras del circuito. El reto es reciclar al menos el 50% de la basura que se genera.
Ahora bien, nada de esto tiene sentido, si no se hace una medición adecuada de todos los indicadores medioambientales o energéticos. El dato y el KPI es clave en todo plan de sostenibilidad, que ambos directivos reconocieron que era mejor definirlo de largo a corto plazo, en lugar de aterrizar acciones a corto para más adelante pensar en el largo.. “Las empresas no pueden gestionar lo que no pueden medir; las acciones deben basarse en hechos, no en suposiciones. Por lo que hay que intentar entender cómo usas la tecnología”, agregó Bazire. Para ello, han creado una plataforma que permite a los proveedores del circuito medir la huella de carbono que emiten.
En el edificio The Wing, la gestora del trazado ha instalado más de 4.000 metros cuadrados de paneles solares y ha creado un sistema que regula el nivel de intensidad de la iluminación en función de la intensidad del sol. Por su parte, UTMB trabaja con la aplicación LiveTrail para seguir a los corredores de forma virtual durante las carreras y evitar que sus asistentes tengan que desplazarse en coche.
La gestión de los patrocinios es otro de los puntales de la estrategia de la promotora de carreras de montaña. La reciente ampliación de contrato con Hoka, que ha elevado su posición a title sponsor de sus pruebas principales, es el mejor ejemplo. “Hoka tiene unos criterios de abastecimiento muy estrictos y tienen un expertise muy importante en cuánto a la diversidad étnica”, agregó. Lo mismo ocurre con la elección de los proveedores, que tanto Bazire como Lamblin admitieron que es fundamental elegir a socios que compartan sus políticas de sostenibilidad. La unión, en este caso, también hace la fuerza.
¿Qué es 2Playbook Class?
2Playbook Class es la línea de encuentros virtuales con formaciones técnicas impulsada por 2Playbook y dirigida a profesionales de la industria del deporte y el entretenimiento. Cada sesión dura alrededor de una hora, en la que expertos en una temática en concreto desgranan las claves de una cuestión que ocupa el día a día del sector.
Hasta la fecha se han dedicado 2Playbook Class a cómo diseñar planes de sostenibilidad en el sector; los beneficios fiscales del mecenazgo deportivo; cómo hacer un inventario de activos de patrocinio, o la captación de usuarios y estrategias de suscripción y fidelización en el sector, entre otros.
Este proyecto se enmarca en la premisa de que la colaboración entre organizaciones, la integridad, la sana ambición y la excelencia son la clave para el crecimiento del deporte como motor económico y social.