La pandemia se ha convertido en el gran acelerador de tendencias de hábitos de consumo y comportamientos. El deporte, severamente castigado por los cierres de instalaciones deportivas, busca ahora reivindicar su lugar conjugando el binomio deporte-salud, como palanca para ahorrar parte de la carga sanitaria a través de una vida activa y como driver socializador y de bienestar físico y mental a través de la práctica.
“Tenemos que hacer una oferta de servicios personalizada y vinculada a la salud”, ha explicado hoy Javier Pellón, consejero delegado de Metropolitan, en la edición inaugural de PRO Foro Industria y Deporte, que aspira a convertirse en la mayor cumbre empresarial de habla hispana del sector deportivo. El directivo ha participado en la segunda mesa redonda de la jornada: El deporte como motor económico y de transformación social, moderada por Carlota Castrejana, secretaria general de la Federación Española de Atletismo (Rfea).
“Se han sumado dos pandemias: el efecto de la inactividad física, que ya viene desde 2012, con esta pandemia sanitaria que vivimos”, ha destacado Alfonso Jiménez, catedrático de Ejercicio Físico y de Salud. “El coste de la inactividad física se va a acentuar en el sistema si no somos capaces de ofrecer alternativas a través de elementos como el deporte, que actúa como prevención”.
“Como enfermera y deportista, me preocupa que vemos personas que creen que hay personas hechas para el deporte y otras que no. Este concepto hay que erradicarlo“ ha asegurado la atleta Laura García Caro en su primera intervención en el evento, organizado por 2Playbook con el apoyo de AS como media partner y el patrocinio de LaLiga, Johan Cruyff Institute y Ecovidrio.
Pellón se ha remontado a los orígenes del fitness en España para explicar el cambio que ha vivido el deporte en relación con la salud: “Lo que ha aportado nuestra industria ha sido democratizar el ejercicio para la mujer y otros perfiles de públicos y eso se ha conseguido creando instalaciones adecuadas para llegar a todos por igual”.
Para ello, primero, el sector del fitness y de la industria deportiva en general hubo de pasar por una fase de profesionalización y transformación tecnológica. Ese recorrido es al que se acoge la industria ahora para tratar de aliviar la carga económica a la que está sometida el sistema sanitario español: “Con el impacto de la pandemia para el ecosistema del deporte español, los costes socio-sanitarios se han elevado a 2.300 millones de euros”, destacó Jiménez.
En cuanto a los retos que se priorizarían para acercarse más a los ciudadanos están algunos como llegar a todos los segmentos de la población, formar en los hábitos saludables y crear más concienciación sobre el beneficio de la actividad física.