Papel de la tecnología en la vuelta de fans a los recintos
A raíz de la pandemia de la Covid-19, el mundo del deporte se ha visto completamente alterado durante el último año. Incluso la Super Bowl, uno de los espectáculos deportivos más grandes del mundo, no ha sido inmune a estos cambios. Aunque el evento continuó siendo el más visto del planeta y hubo una gran cantidad de fans presentes en el Estadio Raymond James, el público no participó del mismo modo como se hace normalmente en la Super Bowl, que esta vez enfrentó a los Chiefs y los Buccaneers.
Dado el suministro limitado de entradas, éste impactó enormemente en cuánto costaría estar presente en la final. A partir del viernes por la tarde, el precio promedio de una entrada pasó a valer 6.200 dólares, cayendo un 18% en las últimas 48 horas. Esto se compara con los 6.381 dólares que los fans estaban pagando de promedio en ese mismo momento por el Super Bowl del año pasado.
Rutinas cambiadas
El fútbol evoluciona lentamente. Pero los fans, los jugadores y las partes interesadas se han adaptado muy rápidamente a patrones más allá de los que están acostumbrados. A medida que regrese la normalidad, es probable que lo haga de maneras impredecibles y sin precedentes, particularmente en lo que respecta al regreso de los fans a las gradas. Los clubes deberán negociar lo desconocido, manteniendo a todos a salvo e informados mientras se interrumpen los hábitos habituales.
En otros aspectos del negocio, el cambio quedará en suspenso. Muchos clubes han estado trabajando para diversificar su base de fans en los últimos años, pero desviarán parte de esa energía para volver a conectarse con los abonados y seguidores leales, que les traerán el negocio a corto plazo que ahora han perdido.
Innovación del día de partido
“Si bien el impacto financiero total de la Covid-19 aún no se ha sentido”, informó Deloitte antes de la temporada 2020-21, “se prevé que los clubes de los países futbolísticos más pequeños y los de las ligas inferiores de los países más grandes se verán afectados en mayor medida. Estos clubes suelen tener una mayor dependencia de los ingresos de la jornada”.
Sin nadie que pase por los tornos de entrada al estadio, los clubes están innovando formas de generar ingresos los días de partido. Por ejemplo, el importante club danés FC Midtjylland convirtió el aparcamiento de su estadio en un autocine para ver partidos en la pantalla grande. Pero incluso cuando las puertas están completamente abiertas nuevamente, los clubes podrían tener dificultades para atraer multitudes debido al nerviosismo en torno al uso del transporte público. Y es posible que los fans necesiten que los alienten para quedarse y gastar su dinero en las tiendas del estadio y en los bares después de los partidos. Se evidencia la necesidad de redefinir la experiencia pre y post partido, sobretodo en Europa, donde la gente aparece a última hora para acceder al evento.
Los jugadores juveniles prosperan
Una ventaja inesperada de una “recesión” en el negocio del fútbol es que los managers ya no pueden depender de las reservas de los grandes bancos para financiar las mejoras del equipo. Tendrán que ser ingeniosos para reforzar su equipo. En lugar de invertir decenas de millones en fichajes que acaparan los titulares, los managers y entrenadores invertirán un tiempo y una atención sin precedentes en sus equipos juveniles, promoviendo así el talento local.
“En Ipswich, tenemos un grupo realmente talentoso de menores de 15 y menores de 16 en adelante”, dice Paul Lambert, gerente de Ipswich Town FC. "Sé que si no podemos salir y gastar una cierta cantidad, podemos traer a estos muchachos y desarrollarlos".
El impacto financiero no es tan malo como se predijo
La buena noticia es que las pérdidas financieras no han sido tan malas como se pronosticaron. “Un estudio de KPMG sugirió que las cinco grandes ligas probablemente perderían hasta 4 mil millones de euros solo en 2019-20 y que hasta 10 mil millones de euros podrían eliminarse del valor de los jugadores”, informa ESPN. En cambio, los pronósticos más recientes estiman una pérdida total de 4 mil millones de euros en 20 ligas principales (en lugar de cinco) y dos temporadas (en lugar de una). Dado que esos 4.000 millones de euros provienen de unos ingresos proyectados de 45.100 millones de euros, está claro que el problema es menos el tamaño de la pérdida y más sobre a quién afecta y cómo.
Desarrollo de tecnología y relaciones
Es probable que los aspectos digitalizados del fútbol cambien rápidamente como resultado de los bloqueos de la Covid-19. Patrocinios, venta de entradas, abonados o espacios Premium han cambiado sus estrategias radicalmente durante la pandemia.
Los patrocinadores necesitarán relaciones más significativas con los clubes y seguidores para asegurarse de que están obteniendo el valor de su dinero. Una vez más, es probable que esto implique soluciones digitales, ya que los grandes datos y las páginas web de los clubes se ponen a trabajar para personalizar la experiencia de los fans (y los perfiles publicitarios). Los clubes y las emisoras se apoyarán en soluciones tecnológicas para ofrecer nuevos tipos de contenido y diversificar las fuentes de ingresos.
En cuanto a la venta de entradas, se pone de manifiesto en la apuesta que han hecho la mayoría de los equipos de LaLiga con la herramienta de distancia social Social Distance Editor, una herramienta web que les permite calcular en tiempo real un nuevo aforo con distancia social, con parámetros dinámicos pensando en que la distancia social será de inicio de metro y medio, pero puede ir variando a posteriori.
Usar aforos distanciados para vender los abonos y pensar en una política sostenible de rotación donde todos los abonados y fans puedan asistir periódicamente a eventos con una capacidad del 30% o del 50% en un futuro es vital para mantener el cash flow de los recintos.
Francis Casado
Cofundador y head of international business development de 3D Digital Venue
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