Viva Gym Group ha notado el apoyo de sus accionistas en el momento más difícil de su historia. La cadena llegó a la pandemia de la Covid-19 en plena digestión de su ambicioso plan de expansión y casi sin margen para reducir sus costes, pese a la fuerte caída de ingresos que sufrió. El holding propietario de Viva Gym y la portuguesa Fitness Hut cerró 2020 con unas pérdidas récord de 42,4 millones de euros, tres veces más que el año anterior, según los estados financieros a los que ha accedido 2Playbook a través del Registro Mercantil de Reino Unido.
Las pérdidas se deben sobre todo a una caída de ingresos que se situó en el 28,9%, hasta 53,94 millones de euros. Y el retroceso podría haber sido mayor de no ser por las nuevas aperturas y la paulatina actualización de precios, pues la pérdida de abonados fue aún mayor. Entre 2019 y 2020, el grupo redujo un 45% su base de clientes, hasta 160.000 personas. Es decir, que la pandemia se llevó por delante a casi 132.000 socios.
“En 2020 demostramos la resiliencia de nuestro negocio y cultura en los momentos más desafiantes. Estamos preparados para recuperarnos y volver a crecer”, señala la dirección en la memoria anual. Y buena parte de esa capacidad para levantarse se debe al apoyo del fondo de inversión británico Bridges Fund Management, que durante la pandemia ha aportado 25,2 millones de euros para evitar las tensiones de caja.
La compañía apunta a que las restricciones introducidas en España y Portugal se tradujeron en un cierre del 45% de los días hábiles en 2020, sólo compensado en términos de ingresos por la apertura de siete nuevos clubes y, en cuanto al gasto, por el uso de mecanismos estatales como el expediente de regulación temporal de empleo (Erte).
Viva Gym perdió un 45% de su red de abonados, que se situó en 160.000 personas al cierre de 2020; la caída de ventas fue inferior, del 28,9% interanual
La dirección admite que su modelo pasa por contar con una gran red de centros (97 al cierre de 2020), pues “las economías de escala en este negocio son las que nos permiten ofrecer un buen servicio a un precio bajo”. Actualmente, sus cuotas oscilan entre 22,9 euros y 30,9 euros al mes, en función de a cuántos gimnasios de la compañía se quiere acceder.
Los datos a cierre de 2020 revelan un ingreso medio de 28 euros por cliente, una subida importante respecto a los 21,8 euros del año anterior. El grueso se correponde con los pagos mensuales de los socios, aunque las cuentas también recogen 670.259 euros en matrículas y 3,6 millones de otros ingresos, probablemente relacionados con servicios adicionales como entrenamientos personales.
A futuro, y dando por hecho que 2021 todavía es un año de transición hacia la nueva normalidad, el equipo liderado por Juan del Río trabaja con la previsión de “recuperar rápidamente en términos de rentabilidad, flujos de caja positivos y abonados pre-Covid en otoño de 2022”.
En cuanto a los costes, la memoria anual indica que “el equipo directivo ha estado centrado en preservar la caja, reduciendo costes para compensar los niveles más bajos de abonados, pero también aprovechando los mecanismos de despido de los gobiernos”. También se renegociaron alquileres y se difirieron los pagos con algunos de los proveedores importantes.
Los gastos administrativos pudieron contenerse, con una subida de sólo el 4%, hasta 75,3 millones, de los que 18,14 millones de euros corresponden al pago de nóminas a una plantilla formada por 878 personas. Por otro lado, el frenazo en seco al agresivo plan de aperturas y adquisiciones que arrancó en 2018 permitió reducir a la mitad los costes de pre-aperturas, hasta 1,1 millones.
Además, las renegociaciones con los arrendatarios se tradujeron en un ahorro no previsto de 5,2 millones de euros. No es un ajuste menor, pues la cadena tiene comprometidos 222 millones en alquileres a largo plazo, con una media anual que ronda los 12 millones. Donde tenía poco margen es en las amortizaciones y depreciaciones fruto de las inversiones realizadas previamente y que ascendieron a 30,2 millones de euros, un 22,8% más.
El grupo de gimnasios de bajo coste logró 7,2 millones avalados por el ICO, quitas de 5,2 millones en alquileres y aplazar el pago de intereses
Tras aplicar este primer plan de choque, el equipo de Del Río confía en saber recuperar a los clientes perdidos con campañas específicas muy inspiradas en las que tradicionalmente ya se lanzan en momentos clave del año, como septiembre o enero. Y lo hace no sólo con el músculo aportado por los accionistas, sino también por el apoyo recibido de los bancos.
Viva Gym logró 7,2 millones de euros de préstamos avalados por el ICO que deberá amortizar en un plazo de ocho años, que considera que podrá devolver sin problemas. De hecho, su previsión es llegar a 2022 con una caja positiva de 8,3 millones de euros, que en el escenario más estresado se rebajaría a 7,3 millones. En paralelo, la firma de inversión Ares Management aceptó convertir los intereses vencidos en 2020 y 2021 al principal de la deuda de 100,2 millones de euros que aprobó en 2018.
Estos fondos fueron cruciales para acometer las dos grandes adquisiciones de los últimos meses en el segmento low cost. De un lado, pagó 37,7 millones de euros para adquirir Duet Fit, mientras que por la balear Happy Gym pagó 1,7 millones, según se recoge en sus cuentas anuales.
Este año ha puesto en marcha un club en Sants-Les Corts, en Barcelona, y próximamente abrirá otro club en el Eixample de la capital catalana y en el distrito financiero de Madrid, Cuzco. Con esos dos proyectos, contará con 99 clubes en España y Portugal. Sólo en España opera 54 centros en Cataluña (20), Madrid (9), Andalucía (6), Comunidad Valenciana (6), Aragón (4), País Vasco (4), Baleares (3), Galicia (1) y Murcia (1), que se suman a las 43 que opera en Portugal.