Peloton tiene el claro objetivo de volver a beneficios tras año acumulando pérdidas, y ello pasa convertirse en la aplicación de entrenamiento de cabecera de millones de usuarios. Para conseguirlo, la compañía ha vuelto a dar un giro a su política de precios y, meses después de elevar el coste de su suscripción, ha creado nuevos planes más económicos e incluso ha lanzado una opción gratuita para aumentar el número de usuarios. Y, a partir de ahí, intentar seducirles para lograr futuros upgrades. De este modo, la empresa buscará hacer frente a la caída del 15% en el número de suscriptores a su app que registró en el último trimestre.
La compañía ha anunciado una nueva identidad de marca que acompaña a este cambio de política con el que espera hacer más accesible su plataforma y aumentar así el número de clientes. “Nos declaramos abiertos y disponibles para que todo el mundo pueda probar nuestros contenidos e instructores, incluso de manera gratuita”, ha explicado la empresa en un comunicado.
“Estamos cambiando la percepción: del entrenamiento en casa al que se hace en todas partes, de los entusiastas del fitness a las personas de todos los niveles, de la exclusividad a la inclusión de todos los usuarios de Peloton de ahora y los que llegarán en un futuro, ha explicado Leslie Berland, directora de marketing de Peloton. El modelo puede recordar al de Spotify, que ofrece su plataforma gratuita con servicios limitados, o la versión de pago sin anuncios y con la posibilidad de cambiar de canción sim límite.
En el caso de la app de Peloton, el sistema de suscripciones se divide en tres: Peloton App Free, que ofrece una biblioteca de contenido más limitada, incluidas clases de cycling, cinta de correr y remo, pero también sesiones dirigidas de cardio, pilates, meditación y running al aire libre. No ofrece la opción de realizar clases en directo.
Esta opción sí está disponible en Peloton App One, que cuesta 12,99 dólares (12 euros) al mes, y en la suscripción Peloton App+, que además de dar acceso al contenido sin límites en directo y bajo demanda, también permite acceder a programas y retos, clases exclusivas para cada usuario y la monitorización de la actividad física a tiempo real en las sesiones de cycling. Su precio es de 24 dólares al mes (22,1 euros).
Al margen, está la suscripción integrada en el equipamiento conectado. Se ha creado otra suscripción de 24 dólares, más barata que los 44 dólares (40,6 euros) que pasó a cobrar a partir del 1 de junio del año pasado. ¿La diferencia? La primera sólo se puede usar en el equipamiento Peloton Guide, que es el sistema de entrenamiento de fuerza que lanzó en plena pandemia. En cambio, para usar el resto del equipamiento (bicicleta estática, cinta de correr y remo) se seguirá cobrando 44 dólares.
La plataforma cerró el tercer trimestre de su año fiscal con un total de 6,7 millones de usuarios con perfil creado, de los que 3,1 millones pagan la suscripción más cara, que es la que está vinculada al equipamiento conectado (bicicleta, cinta de correr, remo o equipamiento de musculación). Al margen, están los 853.000 suscriptores de la app que permite entrenar usando el móvil, una Smart TV, una tablet o un ordenador. Es un 15% menos que el trimestre anterior.
