Reburn vende a Trib3 su club ubicado en la zona alta de Barcelona. La empresa fundada en 2017 para operar en el segmento boutique ha echado el cierre a esta instalación y ha traspasado el local a la cadena británica, que está en fase de expansión en España. Los términos económicos del acuerdo no han trascendido, pero supone que Trib3 dobla presencia en Barcelona, donde ya opera un club en calle Balmes.
Reburn comunicó a sus socios el cierre de la instalación una semana antes de que finalizara el mes, y ya entonces les confirmó que otro club abriría en el mismo emplazamiento: el número 14 de calle de Amigó. El centro estará cerrado durante marzo, tiempo en el que Trib3 adaptará el club a su modelo con vistas a reabrirlo a principios de abril.
La cadena impulsada por Dídac Font contaba con 450 clientes activos al mes, entre socios propios y usuarios que accedían a través de plataformas de agregación de clubes de fitness. “Hemos decidido dejar de invertir por una cuestión estratégica; el negocio funcionaba y la marca estaba bien posicionada, pero ya no era estratégico para nosotros”, explica a 2Playbook Dídac Font. El directivo seguirá vinculado a la industria del fitness, pues ha fichado como director del club que David Lloyd opera en Gavà (Barcelona).
Este será el segundo local de Trib3 en Barcelona, tras el que opera en la calle Balmes. La empresa prevé alcanzar los 14 establecimientos en España en 2022, año en que prevé multiplicar por cuatro su negocio. Para cierre de año, espera haber vendido 16 franquicias y sus planes pasan por crecer en Madrid, Barcelona, Girona, Valencia, Sevilla y Málaga. El local de Girona subirá la persiana en el segundo trimestre de 2022, mientras que Trib3 está en negociaciones para crecer en el resto de las ciudades. Además, próximamente abrirá un club en La Moraleja (Madrid).
Trib3 ya creció en Barcelona ocupando un antiguo Brooklyn Fitboxing; ahora hace lo propio con Reburn
Estos inversores deben abonar un canon de entrada de 35.000 euros, a lo que se suma la inversión en acondicionar el local y adquirir el equipamiento. Los clubes requieren una inversión de entre 250.000 euros y 350.000 euros, aunque en algunas ocasiones se eleva a 450.000 euros, en función de las condiciones del establecimiento, su dimensión y la ubicación. Por ejemplo, el espacio que opera en la calle Balmes de Barcelona, que fue un antiguo Brooklyn Fitboxing, estaba lo suficientemente acondicionado como para que la inversión fuera menor, lo que provoca que la compañía esté abierta a crecer sumando antiguos gimnasios a su red.
Se estima que el periodo de recuperación de la inversión es de tres años, asumiendo que en el momento de la apertura los locales cuentan con entre 100 y 200 usuarios que pagan un ticket medio de alrededor de 100 euros ya sea mediante abono mensual, la compra de paquetes de sesiones o con las plataformas de agregación como Gympass. Sobre el total de las ventas, las franquicias deben destinar un 7% al pago de royalty por el asesoramiento, la formación y la publicidad. Se estima que el punto de equilibrio se alcanza a los seis meses, aunque al centro de Barcelona le bastaron dos meses para conseguirlo.
Por su parte, Reburn finaliza su andadura en el sector con el cierre de su único club propio. La compañía ofrecía clases dirigidas en grupos reducidos, combinando entrenamiento de fuerza y con el peso corporal con running en cintas de correr. La empresa desarrolló su propio programa de entrenamiento y se dirigía a un público de poder adquisitivo medio-alto; prueba de que el modelo generó interés en el sector es que acabó entrando en centros deportivos de mayor tamaño. Por ejemplo, en diciembre de 2020 empezó a operar un estudio en el Centro Deportivo Municipal (CEM) Putxet, en el barrio de Sant Gervasi-Galvany, que todavía hoy continúa operativo.
Dídac Font, fundador y director general de la empresa, seguirá vinculado al sector del fitness tras traspasar el centro a Trib3. En concreto, se encargará de dirigir el club que David Lloyd Leisure opera en Gavà, y que el año pasado fue adquirido a Áccura Sports Management, y que se convertirá en el buque insignia de la empresa en España en un momento en que está en fase de crecimiento. Esta instalación asumirá buena parte de la inversión de 9 millones que David Lloyd destinará a renovar y cambiar la imagen de los tres centros que compró en 2021.
