Supera refuerza su apuesta por sus planes de expansión en Portugal. La gestora de instalaciones deportivas, que se ha comprometido a no repartir dividendos en los próximos meses, ha realizado una ampliación de capital de 9,2 millones de euros a la sociedad con la que opera en el mercado luso, según ha podido saber 2Playbook.

Se trata de Duma, la empresa que en 2018 crearon los dueños del grupo, Portobello Capital y el equipo de dirección para impulsar su crecimiento en Portugal, donde la cadena opera tres centros y está construyendo seis más. Pese a ser una sociedad independiente, Duma comparte los mismos accionistas que Supera, que en su día no pudo lanzar su internacionalización de forma directa para no incumplir sus obligaciones financieras.

El fondo de inversión y la dirección de la cadena aportó inicialmente 14,7 millones a Duma, y ahora el grupo ha realizado una ampliación de capital de 9,2 millones de euros más. En el momento en que se constituyó la sociedad, Duma estaba participada en un 51% por Portobello Capital y un 49% por el equipo de dirección de la gestora de centros deportivos. Esta inyección de capital no ha alterado el accionariado de la empresa, que no ha realizado comentarios.

Este movimiento forma parte del compromiso adquirido por Sidecu y Duma en 2018. Por un lado, la cadena se comprometió a invertir sus excedentes de caja vía préstamos subordinados a Duma. Por otro lado, esta sociedad debía destinar su excedente al plan de expansión de Supera en Portugal. A largo plazo, el grupo espera contar con 17 centros deportivos en el mercado luso. En el sector dan por hecho que la fusión de ambas compañías en una sola era y es sólo cuestión de tiempo.

Supera cerró 2020 con 77.876 abonos y unas ventas de 24,5 millones

Las cuentas auditadas de Supera reflejan también una serie de medidas para paliar el efecto de la Covid-19, que ha provocado que una cadena que promediaba 200.000 clientes al año antes de la pandemia cerrara el año con 77.876 abonados (la cifra de socios es superior). En concreto, los accionistas de la empresa renunciaron a cobrar dividendos por 10 millones de euros, un compromiso que la empresa adquirió con la emisión de bonos que lanzó en 2020 para refinanciar deuda. Por una cuestión de prudencia se optó por no repartir esas ganancias entre los accionistas. Además, la cadena gallega formalizó diez préstamos bancarios por 8,34 millones de euros con vencimiento en 2025 e intereses que oscilan entre el 1% y el 3%.

De ahí que la deuda bancaria a largo plazo con bancos prácticamente se doblara, hasta 16,8 millones de euros, mientras que el pasivo con entidades de crédito a corto, entre préstamos y pólizas de crédito, aumentara hasta 4 millones, un 41% más. En total, los compromisos con la banca aumentaron un 81,7%, hasta 20,9 millones de euros.

La deuda total comprende ese importe se suman 69,6 millones de euros en obligaciones a corto, que forman parte de la emisión de bonos con las que se canceló la lanzada en 2015. También contaba con otros pasivos financieros por 15 millones, correspondientes a deudas con entidades públicas en concepto de canon concesional y proveedores.

Los ingresos totales fueron de 24,5 millones de euros, un 49,2% menos que en 2019, como adelantó 2Playbook. Es un importe ligeramente superior a los 23,2 millones de euros que reflejaban las cuentas no auditadas a las que accedió este medio meses atrás, y el motivo es un incremento en los otros ingresos de explotación. La empresa no ofrece un desglose de la procedencia de estos ingresos, pero respecto a 2019 se casi se han multiplicado por cuatro, de medio millón a 2,2 millones de euros. 

Para reducir el impacto de la pandemia, la compañía recurrió al Erte, al igual que el resto de empresas que vieron interrumpida su actividad por fuerza mayor. De ahí que los gastos de personal cayeran hasta 12,8 millones, un 36% menos. Pese a todo, Supera cerró el año con unos números rojos de 7,7 millones de euros, pero la rentabilidad acumulada en los años anteriores le han permitido contar con 5,2 millones de euros en reservas.

En España y Portugal, Supera opera 31 instalaciones deportivas municipales y doce gimnasios Supera 24 Fitness, la marca que creó en 2015 para abrir centros de proximidad que operan durante todo el día. En 2020 cerró dos clubes de esta marca en Madrid y Vigo al considerarlos no estratégicos, aunque no descarta crecer con esta cadena en un futuro. De hecho, antes de que estallara la pandemia abrió un club en Valencia, que acompañó la puesta en marcha de un macrocomplejo en Rivas Vaciamadrid, en el que invirtió 13 millones de euros.

En los últimos meses ha abierto un complejo en Setúbal, al sur de Portugal, lo que ha permitido al grupo elevar hasta tres el número de instalaciones municipales que opera en el mercado luso. Allí tiene planes de crecimiento en los próximos años. De hecho, abrirá un club en Barreiro, también al sur del país vecino, donde invertirá siete millones de euros, y otra instalación en Oviedo, con 6 millones de euros más. En total, serán 21 millones de euros para crecer a lo largo de los próximos doce meses. Además de estos proyectos, se está avanzando “en los trámites de Braga, Oporto, Coimbra y Seixal”, que junto al segundo en Lisboa serán cinco aperturas más en el mercado luso, donde Supera tiene comprometidos más de cuarenta millones de euros.

Una vez finalice estas obras contará con siete complejos en Portugal, aunque a largo plazo espera alcanzar los 17 gimnasios en ese país. De media la compañía invierte entre siete millones y nueve millones de euros en la construcción de cada centro, y espera generar un ebitda (resultado de explotación) de 1,2 millones de euros.