Snap Fitness se repliega en España tras la fuga de franquiciados. La cadena norteamericana de gimnasios 24 horas ha desarmado su estructura en el país tras la salida de la mayor parte de su red de franquicias. Según ha podido saber 2Playbook, la compañía ya sólo opera dos de los once gimnasios que llegó a tener en 2019, uno en la calle Aragón de Barcelona y otro en Santa Coloma de Gramenet.

La cadena ha dejado de operar la mitad de los cuatro gimnasios que tenía en el inicio de 2023: primero echó el cierre del único estudio 9Round que operaba, y que fue traspasado a otro operador, Troopers Fitclub; luego cerró el primer centro que abrió en el país, en la Calle Nicaragua del barrio de Les Corts de Barcelona. Además, ha terminado de suprimir la estructura que mantenía en el país, haciendo efectiva la salida de Ester Ribera como directora de operaciones de la compañía, ahora dirigida desde Reino Unido. Era la última persona de habla hispana que continuaba en la cadena ejerciendo de enlace entre la matriz y los franquiciados en España.

Este repliegue se suma a los movimientos que la cadena ha registrado en los últimos tres años, y que prácticamente han borrado del mapa una compañía que aterrizó en España a finales de 2015 con un propósito claro: alcanzar los 100 centros operativos en 2020, es decir, en un plazo de menos de cinco años.

Snap Fitness plantó bandera en el país a través de una masterfranquicia, impulsada por un grupo de inversores. La filial española, Snap Fitness Iberia, era propiedad de Albert Marco (20%), la family office Salomon1965 (40%), directivos de la consultora Dextra (20%) y un grupo de consultores financieros (20%). Su primera apertura fue un gimnasio propio en el barrio barcelonés de Les Corts. Ya en 2016 puso en marcha su segundo club propio, en Tarragona, y su primera franquicia, en Reus.

Esta última fue la fórmula con la que logró abrir más clubes, especialmente en 2017, cuando puso en marcha hasta seis gimnasios, cinco de ellos en la provincia de Barcelona: tres en la capital catalana (calle de Roger de Llúria, Plaça Lesseps y calle Aragó); Gavà y Santa Coloma de Gramenet, y otro en Madrid, en la que fue su primera y única incursión lejos de Cataluña. La expansión siguió en 2018, con el quinto centro en Barcelona, en la Gran Vía.

En 2019, Lift Brands, la matriz de Snap Fitness, absorbió la filial española Snap Fitness, que pasó a estar controlada por la compañía desde sus oficinas en Reino Unido. Se reorganizó su estructura en el país y dejaron la compañía Albert Marco, director general para Iberia; Anett Kovács, responsable del área de desarrollo del negocio; y Eduard Puig, responsable de marketing. La interlocución entre los centros propios y las franquicias en España corrió a cargo de Ester Ribera, que se incorporó como directora de operaciones, y Alex Bonet, que entró como responsable de la venta de franquicias. Ambos reportaban a la dirección de Snap Fitness en Europa.

Pese a haber eliminado prácticamente todo su equipo de trabajo en España y pilotar las operaciones desde Londres, la intención de Lift Brands era dirigir y acelerar la expansión de centros de la cadena e introducir 9Round, la marca de clubes boutique de entrenamiento funcional y kickboxing, cuyo primer estudio se inauguró en Barcelona. La compañía buscaba crecer en el país con ambas marcas. La inversión en los centros 9Round, oscilaba entre 60.000 euros y 80.000 euros llave en mano, mientras que un Snap Fitness superaba los 350.000 euros.

Pierde nueve gimnasios dese el estallido de la Covid-19

El estallido de la pandemia, sin embargo, aceleró la fuga de franquiciados de la cadena, que empezó a perder centros progresivamente. Entre 2020 y 2021 se desvincularon de la compañía, o directamente echaron el centro, hasta siete gimnasios: tres en Barcelona y los que gestionaba en Madrid, Reus, Tarragona y Gavà. En apenas dos años, por tanto, la cadena pasó de once clubes a apenas cinco, incluido el 9Round. La cadena, además, franquició en 2020 el único club propio que mantenía, en Les Corts.

La pérdida de centros propició que la cadena se replantease su estrategia e intentase buscar otro master franquiciado en el país que frenase esa tendencia. El foco a corto plazo, entonces, ya no estaba tanto en crecer, sino en mantener a los franquiciados que aún seguían vinculados a la cadena. Para ello, intentó reforzar su operativa aportando un servicio de entrenamiento en streaming para fidelizar a la clientela y a sus franquiciados.

Snap Fitness se fundó en Minnesota (Estado Unidos) en 2003 y en la actualidad cuenta con alrededor de 2.000 clubes repartidos por todo el mundo, la mitad de los cuales se encuentran en EEUU. Sus centros suelen presentar una superficie media de unos 500 metros cuadrados y un horario de apertura las 24 horas del día.