Las piscinas gallegas piden a la Administración soluciones para mitigar el fuerte incremento de los costes energéticos. El Clúster Gallego del Deporte y la Asociación de Empresas Gestoras de Instalaciones Deportivas en Galicia (Aexidega) se han reunido con la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp) para denunciar una situación que podría conllevar al cierre de centros deportivos.
Desde el sector se ha denunciado que los gastos en consumo de electricidad y gas en 2022 podrían triplicar los de 2019. En concreto, una instalación que promedie 1.000 accesos diarios y 25 trabajadores podría ver cómo sus costes energéticos se elevan hasta 400.000 euros al año. Eso supondría que dichas facturas pasen de representar un 9% de la facturación del centro a suponer un 22%.
Durante el encuentro, tanto José Amado, presidente del Clúster, como Pedro Iglesias y Fran Cortegoso, presidente y vicepresidente de Aexidega, alertaron de la situación que atraviesan las instalaciones deportivas de la comunidad, que aún no se han recuperado del impacto de la pandemia. “Es una situación que hace insostenible el mantenimiento de los servicios que se están brindando al público”, lamentan.