Sano Center traza su hoja de ruta para crecer en el fitness español, y prevé hacerlo con nuevas aperturas, más servicios y la omnicanalidad. La cadena de estudios de entrenamiento personal y en grupo reducido cerró el año con 54 centros operativos y un negocio de 3,7 millones de euros. La Covid-19 impidió a la compañía alcanzar su objetivo de 4,5 millones de euros, pero su fundador y consejero delegado, Felipe Pascual, confía en cerrar 2021 con una sustancial mejora del negocio respecto a 2019, cuando llegó a tener 8.300 clientes. El objetivo para este año es superar los 5 millones de euros de facturación y alcanzar los 10.000 clientes.

“Es complicado hacer previsiones, pero nos gustaría estar en esos números”, explica a 2Playbook Felipe Pascual. La cadena, que en los últimos años ha superado las diez aperturas anuales, no pone cifra a la expansión en 2021, si bien está ultimando las seis inauguraciones que no pudo realizar en 2020 debido a la pandemia.

En concreto, espera poner en marcha esos centros durante el primer trimestre, con tres aperturas en Valencia, una en Málaga, otra en Almería y una más en Albacete, donde se están finalizando las obras. La inversión inicial para abrir un club oscila entre 30.000 euros y 60.000 euros, en función de la dimensión del local, que suele requerir entre 180 metros y 500 metros cuadrados.

En función del tipo de club que se abra, se pide un canon de entrada de ente 6.000 euros y 15.000 euros, y un fee mensual de entre 300 euros y 500 euros. La compañía busca franquiciados que deseen poner en marcha un club a modo de autoempleo, con los que firma contratos por cinco años, y a los que garantiza un plazo de amortización de la inversión de entre año y medio y dos años.

El perfil del franquiciado también es el de inversor procedente de ámbitos como el de la medicina o la farmacia, que desean ofrecer más servicios en sus clínicas. Un 30% de sus franquiciados responden a este tipo. Ahora también se ha lanzado una campaña para integrar en su red a gimnasios y estudios que se han visto mermados por la crisis sanitaria. “En el peor momento de la crisis logramos cinco incorporaciones siguiendo este modelo, y creemos que en cuanto la situación mejore querrán ir acompañados de una marca con la que soportar mejor estas circunstancias”, apunta Pascual.

Sano Center opera 53 instalaciones en España y una en México

El directivo no esconde que este tipo de integraciones puede ayudar a fortalecer la compañía. De hecho, el número de clientes en 2020 cayó un 24%, “un descenso que habría sido más duro si no hubiéramos tenido las incorporaciones de centros”. En 2020, la compañía puso en marcha 14 instalaciones, lo que le ha permitido mitigar la caída de clientes, al tiempo que ha optimizado gastos, renegociado con arrendadores, solicitado préstamos ICO para garantizar la tesorería y no condicionar el pago de amortizaciones que los franquiciados tenían comprometidos.

De cara a este año, Pascual se muestra optimista y espera que a partir de verano el sector pueda volver a crecer, “con una subida más fuerte a partir de septiembre”. Es un optimismo en parte fundamentado en que el tipo de modelo de estudio que opera la compañía se presta a seguir ofreciendo servicio en plena pandemia, puesto que es personalizado y sin aglomeraciones. Además, buena parte de la red de Sano Center opera fuera de Cataluña, la Comunidad Valencia y Castilla y León, que son las regiones donde los gobiernos han sido más restrictivos con la actividad de los gimnasios.

Además, la plataforma de entrenamiento por streaming que ha lanzado está dando buenos resultados y ayudando a fidelizar clientes. “Lo costeamos en la central y así le damos un servicio a los franquiciados; tenía que ser un producto nuestro, sin rivalizar con las plataformas que ya lideran el sector”, explica sobre Sano TV, que entró en funcionamiento en septiembre. Además de la omnicanalidad, la compañía se ha lanzado un tipo de clase para usuarios menores de edad, Sano Kids, que ya ha contratado el 10% de la clientela.

“Está en plena eclosión en un momento en que se ha suspendido la actividad de numerosas escuelas deportivas municipales; además, no todo el público infantil y adolescente desea hacer deporte federado y competir”, afirma. El objetivo es trabajar con los usuarios de entre 10 y 18 años, en grupos reducidos y agrupados por edad para “mejorar la composición corporal y el desarrollo psicomotor entre grupos de iguales donde no se generen problemas de autoestima”, afirma.

En la actualidad, la compañía opera 53 instalaciones en España y una en México. Su principal área de influencia es Andalucía, con 24 clubes; le sigue la Comunidad de Madrid y Cataluña (6); Murcia (5); Galicia (2); Castilla-La Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana, con uno en cada región.