Sano Center pisa el acelerador para abrir al menos 15 estudios en 2022. La cadena especializada en entrenamiento personal y en grupos reducidos cerró el año pasado con sesenta instalaciones, y este año prevé hacerlo con 75 clubes. “Hay ocho ciudades españolas en las que Sano Center aún no ha llegado y en las que queremos estar”, anticipa Felipe Pascual, fundador y director general de la cadena, a 2Playbook.
La compañía está buscando capitalizar el creciente interés de la sociedad por el bienestar. El mercado del wellness ha crecido entre un 5% y un 10% anual en los últimos años, y ya mueve 1.260 millones de euros en todo el mundo, según McKinsey. La pandemia ha elevado la importancia de la salud física y mental, y el sector del fitness está trabajando para ganar terreno en este sentido.
“Los primeros tres meses del año hemos crecido por encima de niveles de 2019; los centros están registrando altas, pero tenemos incertidumbre sobre cómo va a afectar la subida del IPC; la pérdida de poder adquisitivo se notará a partir de septiembre”, advierte Pascual. Un aumento de precios que también está notando el sector del fitness, en paralelo a la subida de costes que está impactando de lleno en la rentabilidad.
La compañía y sus franqucias sumaron unas ventas de cerca de 6 millones de euros en 2021, y por el momento la dirección no se aventura a ofrecer previsiones de crecimiento por el carrusel de crisis que están impactando en la economía española y en el bolsillo del consumidor. “Queremos crecer respecto a 2021, pero no podemos hacer previsiones a más de tres meses”, apunta.
Lo que sí asegura es que las perspectivas de expansión de Sano Center pasan por crecer especialmente en el norte de España. “Queremos crecer en Burgos, San Sebastián, Santander, Oviedo, A Coruña y Valladolid, al tiempo que ganamos presencia en Barcelona Madrid”, detalla. También se buscará crecer en Mallorca, Menorca y Valencia.
La compañía se ha expandido mucho en Andalucía y Murcia, una presencia de marca que ha ayudado a mantener las perspectivas de crecimiento en esas regiones. “Nos va muy bien donde ya estamos porque operamos con un modelo que crece mucho cuando ya tienes capilaridad”, detalla.
Con un ticket medio que oscila entre 55 euros y 80 euros mensuales, Sano Center aspira a elevar la percepción de calidad del servicio, lo que permitiría “aumentar el precio” y resolver “una de las asignaturas pendientes del sector del fitness”. En ese camino, ofrecer un servicio más personalizado, tutelado y que huya del autoservicio apunta a ser primordial, según Pascual. “Cuando empezamos triplicábamos el ticket medio del segmento low cost y doblábamos el de los centros municipales de gestión indirecta; ahora estamos un 30% por encima”, afirma. Son datos que indican que la industria de los gimnasios ha ido subiendo el precio, y no sólo por las subidas del IPC, sino también porque se ha reforzado la propuesta de valor.
Sin ir más lejos, cadenas como DreamFit, que antes de la pandemia tenían un precio de 27,9 euros mensuales, ahora están 34,9 euros o 36,90 euros, en función del tipo de cuota que se contrate. Lo mismo ha ocurrido con McFit, que irrumpió en el fitness español con cuotas de menos de 20 euros y ahora comercializa abonos por hasta 34,90 euros y una permanencia de seis meses.