Publicidad

Resistir, renovarse y foco en salud: el triple desafío del fitness español en la era post Covid-19

Los principales directivos del sector aseguran que el reto para este año es sobrevivir, gestionar el día a día sin dejar de hacerlo pensando en el día después de la pandemia, y renovar los servicios para convencer a los abonados para que regresen al club.

gimnasio mascarilla estados unidos

Hace un año, cuando Europa no preveía el impacto real que la Covid-19 ha llegado a tener en el continente, las cadenas de gimnasios habían presupuestado ingresos al alza, planes de expansión e inversiones para crecer. No era más que la prolongación de una tendencia que no se había visto amenazada ni siquiera en tiempos de crisis. “Llevábamos años en que el fitness no hacía más que crecer, y esta situación nos hace ser conscientes de este sector y de que el entorno es volátil”, asegura August Tarragó, presidente de Sintagmia y de la patronal catalana del fitness.

Es un sentir compartido por los directivos del sector, que asumen que la Covid-19 ha obligado a los operadores a poner los pies en el suelo y a gestionar con luces largas, sin dejar de tener los ojos en el día a día para adaptar su operativa a las limitaciones que ha ido aprobando la Administración en cada región. A la uniformidad de acción que permitió el mando único durante los primeros meses de la crisis, le siguió una desescalada dispar por todo el país, lo que obligó a los operadores a ser flexibles y dinámicos para adaptarse a cada situación. Y, preguntados por los desafíos para 2021, la palabra más repetida por los directivos es “sobrevivir”.

“El objetivo es resistir; en 2021 estaremos atravesando un valle durante todo el año, y hasta septiembre no veo posibilidad de recuperación”, reconoce Ángel Luís García Balcones, fundador y director general de Body Factory. La cadena ya resistió a la subida del IVA en 2012 y el aumento de la competencia con la irrupción del low cost y, a pesar de que en 2019 aún no había recuperado el nivel de ingresos previo a la crisis económica que empezó en 2007, ha redimensionado su red para mantenerse en el sector y ser viable.

Compañías como Holmes Places han pactado rebajas salariales con sus empleados para mitigar el golpe, e incluso ha pedido un rescate al Gobierno por 26,5 millones de euros para garantizar su solvencia. Los dueños de Viva Gym Group han inyectado 5 millones de euros en la cadena para fortalecerla tras la crisis.  

El objetivo inmediato es superar la crisis y seguir operando; a largo plazo, los directivos del sector apuntan a ofrecer un servicio más experiencia con el foco en la salud

La patronal del fitness lamenta que la crisis se ha llevado por delante 1.246 millones de euros en ingresos, lo que supuso una caída del negocio del 53% de media en los gimnasios españoles. La compleja situación que atraviesa el sector podría abocar al cierre al 44% de las instalaciones, denuncian desde la patronal, que prepara una demanda colectiva ante las restricciones a los gimnasios para que las administraciones asuman parte del impacto económico provocado por los cierres.

“Los balances de las compañías están muy tocados en todos los sectores y aún nos quedan por delante meses de incertidumbre”, afirma Ignacio Triana, presidente y fundador de Forus. Sin embargo, inmediatamente después añade que la gestión del día a día debe ir acompañada de la preparación para el día después de la pandemia al señalar que “tenemos que ser capaces de hacer que la gente vuelva, algo que no va a ser ni sencillo ni automático”.

Gestionar en plena crisis y en un contexto incierto pensando en el largo plazo es uno de los mayores desafíos a los que apunta esta industria. “No podemos gestionar pensando sólo en 2021, sino que hay que hacerlo pensando en 2023; en ese año ni el mercado ni el consumo será igual que en 2019, y me parece ingenuo pensar que volveremos a tener tantos clientes como entonces”, asegura el director general de Claror, Gabriel Domingo. Resistir y reinventarse como condición para recuperar el terreno perdido en cuanto a abonados y negocio. 

Otro desafío al que apuntan los gestores tiene que ver con el posicionamiento del sector del fitness en la sociedad y a ojos de la Administración. “Pedimos a los gobiernos que no pongan en duda que los gimnasios somos un eslabón más en la cadena de la lucha contra la Covid-19; entregamos mucho capital en ahorro sanitario”, asegura Gabriel Sáez, presidente ejecutivo de GO fit.

Los gimnasios han realizado inversiones millonarias para adaptar los espacios de entrenamiento y convertirlos en espacios más seguros, pero los gestores admiten que queda trabajo para hacer para convencer a la sociedad y a las administraciones. “En el sector estamos concienciados de que aportamos valor en materia de salud, pero no tenemos la sensación de que las administraciones lo perciban igual”, lamenta Roberto Ramos, cofundador y consejero delegado de BeOne.

“Debemos transmitir seguridad a los usuarios y a las administraciones respecto a lo seguros que son los gimnasios y la poca tasa de incidencia del virus”, asegura Carlos Leal, responsable de Inacua, marca con la que Ferrovial gestiona centros deportivos. “El reto como sector es que el público sea que la actividad física salud; es algo de máxima urgencia”, añade el fundador y director general de Smartfit, Nacho Usera.

Ambos señalan a la bajada del IVA como anhelo, y confían en que la Administración dio el paso y lo reduzca al 10%. Ciudadanos, desde la Comunidad de Madrid y JuntsxCat, desde Cataluña, han hecho esta petición el Gobierno, y el PSOE ha pactado con el PP aprobar la Proposición No de Ley para declarar el deporte servicio esencial. Sin embargo, este paso adelante no tiene permitirá la reapertura de gimnasios donde continúan cerrados, ya que la PNL debía trasladarse a una ley específica que contemple que el deporte es una actividad esencial.

Los gestores aseguran que queda por delante un largo camino hasta conseguirlo, si bien aseguran que nunca la actividad física ha sido tan relevante para la sociedad como ahora. Convertir esa tendencia en acciones específicas por parte del Administración es, todavía, una asignatura pendiente.

Publicidad

Publicidad