FitUp ultima su irrupción en Cataluña y Asturias tras la crisis de la Covid-19. La cadena de centros deportivos, que opera quince instalaciones en España, ha construido un gimnasio en Vic que abrirá en cuanto se levanten las restricciones al entrenamiento indoor en Cataluña. El club ya está listo y la previsión era ponerlo en marcha a finales de enero, pero la dirección ha decidido retrasar la apertura para que, una vez empiece a operar, no haya riesgo de volver a cerrar por la pandemia.
Este proyecto se suma al de Gijón, donde iniciará las obras en los próximos meses con el objetivo de abrir entre septiembre y octubre de 2021. La inversión total en estos dos proyectos asciende a 1,7 millones de euros, según ha podido saber 2Playbook. Estas aperturas serán un espaldarazo al negocio de FitUp, que confía en despegar a partir de septiembre.
“El gran desafío de este año es superar la Covid-19 y recuperar la normalidad, y esperamos volver a ella antes de que finalice 2022”, apunta Carlos Castañeda, director general y fundador de la cadena de gimnasios, quien admite que el impacto de la Covid-19 en la compañía ha sido notable, como en el resto del sector.
El número de usuarios ha descendido un 43%, pero la facturación se ha resentido un 46% porque también ha retrocedido la venta de servicios no incluidos en la cuota, como es el entrenamiento personal. FitUp, que en 2019 facturó 6,2 millones de euros, finalizó 2020 con unas ventas de aproximadamente 3,4 millones de euros.
“Ha caído el número de usuarios y la facturación, pero el abonado que viene, lo hace con más afluencia porque se ha mejorado el uso de servicios por cliente”, afirma Castañeda, que ahora está inmerso en mejorar el servicio para fidelizar y recuperar abonados. En ese camino, FitUp se apoyará en socios externos, tanto proveedores de equipamiento como de software.
FitUp cerró 2020 con una caída del 46% en las ventas y del 43% en su clientela por la Covid-19
La cadena está analizando el mercado en busca de alianzas con las que mejorar su oferta ante el posible cambio en los hábitos de consumo y entrenamiento de los clientes. “Estamos en contacto con otros players que puedan estar en este multi universo del fitness, como proveedores de equipamiento y tecnológicas para ofrecer entrenamiento a distancia, con el fin de tejer un ecosistema”, afirma. Es una prueba que en pleno confinamiento hizo con el ecommerce de equipamiento GiveMeFit, con el que se alió para ofrecer equipamiento para entrenar en casa a los clientes, en un momento de boom del home fitness.
“Lo que para mí es interesante es tejer alianzas con aquellas empresas que hacen mejor que nosotros lo referente al entrenamiento online o en el hogar; creo en la fórmula de integrar tecnologías que ya funcionan mientras nosotros nos especializamos en lo que ya sabemos hacer, que es gestionar nuestras instalaciones”, afirma.
Castañeda también confía en que los centros de fitness asumirán cambios que requerían ser estandarizados, como ofrecer “espacios más ordenados, seguros, limpios y especializados”. También cree que “el sector del fitness será un protagonista en la recuperación tras esta crisis porque es un vector para salir del problema de la pandemia”.
En la actualidad, FitUp opera quince instalaciones, a la espera de abrir en Vic y Gijón. La mayoría de sus centros se encuentran en la Comunidad de Madrid, con especial foco en la capital. En esa región opera doce complejos, a los que se suman los centros de Albacete, Ávila y Salamanca.