El deporte, la salud y el bienestar se han convertido en tres vectores que miran al futuro de la mano de las nuevas tecnologías. A pesar de que el fitness conectado se ha diluido tras la salida del confinamiento, la pandemia dejó una herencia digital en forma de más de 350.000 aplicaciones de entrenamiento y salud, según el informe de tendencias de salud digital del IQVIA Institute For Human Data Science, a las que se suman los contenidos que ofrecen las redes sociales.
En este entorno digital prácticamente infinito, resulta fundamental destacar para diferenciarse de la elevada competencia. Pero ¿cómo hacerlo? Ante este mismo escenario está Buddyfit desde su debut en el mercado en 2020 e irrupción en España en 2021, y la respuesta es clara: la diferenciación radica en la personalización, según Marçal Valls, director general de Buddyfit en España.
Esa personalización como el elemento básico para acercarse al cliente se persigue “a través de una gran variedad de profesionales especializados en diferentes ámbitos y un enfoque específico en las necesidades y objetivos de los usuarios podemos ofrecer un servicio más adaptado a cada usuario”, desgrana. Diseñar una plataforma con diferentes programas de entrenamiento y duraciones, que permita abordar objetivos específicos, permite a los usuarios elegir entre las opciones que mejor se adapten a sus necesidades.
Es así como las apps buscan continuar siendo una herramienta vital en el itinerario de bienestar de los usuarios tras el boom del entreno online en 2020. Sin ir más lejos, ese año se lanzaron al mercado más de 90.000 aplicaciones de esta temática. Es decir, que cada hora nacían más de diez nuevas apps orientadas al bienestar general o al estado físico.
Y, si el entrenamiento online fue la segunda mayor tendencia del fitness de 2021 según The American College of Sports Medicine (ACSM), en 2023 esta tendencia ya no aparece entre las opciones más destacadas. Eso sí, el entreno online está más establecido en el día a día de los usuarios con respecto a antes de la pandemia. De hecho, este sector augura crecer de media un 17,6% anual entre 2023 y 2030, según un informe de Grand View Research.
Buscar la diferenciación también implica ofrecer un servicio exclusivo que el usuario no puedan encontrar en el resto de plataformas. En el caso de Buddyfit, optó por ofrecer contenido adaptado a colectivos con necesidades y metas similares. “Al ofrecer contenido y servicios que sean relevantes y atractivos para grupos que comparten unas necesidades y objetivos específicos, Buddyfit puede construir una comunidad de usuarios leales y comprometidos, que se sientan identificados y valorados por la marca”, añade Valls.
Lograr esa fidelidad del cliente es un reto que también persiguen otros agentes de la industria deportiva, desde grandes cadenas de gimnasios hasta los principales gigantes del retail. Todos ellos buscan convertir sus clientes en fans de la marca, y, para ello, forjar el sentimiento de comunidad es clave para garantizar el apego hacia una empresa. Desde la plataforma italiana afirman que buscan fomentarlo a través de la interacción entre usuarios y con los entrenadores, lo que propicia “una experiencia única y personalizada”.
El profesional deportivo como estrella del contenido
La interacción con el cliente no es baladí, ya que sirve para construir una relación de confianza entre el usuario y el prescriptor de ejercicio. El peso del entrenador o entrenadora es otro de los vectores que pueden marcar la diferencia. “Desempeñan un papel crucial, pues son la cara visible del producto que se ofrece, y los usuarios depositan su confianza en ellos como expertos de la materia. Son ellos quienes crean y planifican las clases y es a ellos a quienes preguntan las dudas los usuarios”, profundiza el director general de Buddyfit en España.
Al conocimiento y personalidad de cada entrenador se les suma otro factor que contribuye a enganchar a los usuarios dentro de la aplicación: la presencia y colaboración de otros prescriptores conocidos y contrastados dentro del mundo del deporte. Ona Carbonell y Saúl Craviotto, medallistas olímpicos en natación sincronizada y kayak, respectivamente, actúan como embajadores de la plataforma de entrenamiento y participan en el diseño de los entrenamientos. “Ayudan a sumar más usuarios gracias a su gran alcance y su capacidad de llegar a una audiencia amplia y comprometida. Además, la asociación con estos perfiles deportivos destacados ayuda a desvanecer la barrera que separa lo físico de lo digital y refuerza la conexión entre la marca y el usuario”, añade Valls.
Estas caras conocidas no sólo contribuyen a atraer a nuevos usuarios, sino a fidelizarlos. Lograr su engagement a medio y largo plazo de los clientes es otro gran caballo de batalla de este tipo de aplicaciones. La regularidad a la hora de publicar contenidos es otra herramienta que contribuye a reforzar el compromiso de los usuarios. “Somos muy constantes y ofrecemos contenido nuevo a diario, lo que permite que siempre se tenga acceso a entrenamientos frescos y variados”, detalla el director general de Buddyfit en España.
Según un informe de la Journal of Medical Internet Research, el uso de aplicaciones móviles de práctica deportiva contribuye a un aumento de la actividad física, especialmente cuando se utilizan a corto plazo. Es decir: existe una relación entre el uso de aplicaciones comerciales de actividad física y una mayor práctica deportiva. En este caso, el uso de las pantallas, tan cuestionado a efectos de bienestar físico y mental, resulta positivo para la salud a nivel global. “Somos muy conscientes del bienestar emocional, por eso trabajamos mucho en audioguías. No solo se centra en el ejercicio físico, sino también en la salud mental y el bienestar emocional”, sentencia Valls.