Peloton da un paso más en su reestructuración. La compañía estadounidense de máquinas conectadas de entrenamiento para uso doméstico ha anunciado que dejará de fabricar sus propios productos y se apoyará en proveedores y terceros. El objetivo de este movimiento es reducir costes, tras haber disparado sus pérdidas hasta el tercer trimestre.
La empresa ha anunciado que amplía su alianza con la taiwanesa Rexon Industrial Corp, su socio para la fabricación de equipamiento. Asimismo, ha dado a conocer que cesará las operaciones de Tonic Fitness Technology, la compañía que adquirió en otoño de 2019. Esta empresa taiwanesa dejará de operar a lo largo de 2022, y Peloton anunciará próximamente si cierra la planta de producción y deja de tener oficinas en ese mercado.
De este modo, la compañía simplifica su cadena de suministro, optimiza su estructura de costes y centra sus operaciones en el desarrollo de tecnología y el contenido de entrenamiento. “Hoy damos otro paso importante en la simplificación de nuestra cadena de suministro y la variablidad de nuestra estructura de costes, una prioridad clave para nosotros. Creemos que esto, junto con otras iniciativas, nos permitirá seguir reduciendo la carga de efectivo en el negocio y aumentar nuestra flexibilidad”, ha explicado Barry McCarthy, consejero delegado de Peloton.
“Al asociarnos con proveedores externos líderes en el mercado, Peloton podrá centrarse en lo que mejor sabe hacer: utilizar la tecnología y los contenidos para ayudar a nuestros 7 millones de miembros a convertirse en la mejor versión de sí mismos”, ha añadido.
¿Qué pasará con los trabajadores de Peloton en Taiwán? El director de la cadena de suministro, Andy Rendich, ha afirmado que la compañía tiene “previsto mantener una importante presencia corporativa y de fabricación en Taiwán con más de 100 miembros del equipo de Peloton Taiwán que siguen desempeñando un papel clave en nuestra estrategia de ingeniería y fabricación”.
Peloton perdió 1.570 millones de dólares (1.554 millones de euros) hasta el tercer trimestre, un periodo en que sus ingresos sólo mejoraron un 5,9%. En total, cerró los primeros tres trimestres del año con 1.891,9 millones de dólares (1.873,5 millones de euros) facturados a través de la venta de equipamiento, un 24,1% menos que durante el mismo periodo del año anterior. Eso sí, el negocio procedente de las suscripciones se elevó un 71,2%, hasta 1.011,6 millones de dólares (1.000 millones de euros).
