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Peloton releva a John Foley como CEO y nombra a un ex de Netflix y Spotify en su lugar

Barry McCarthy se incorpora a la compañía tras las fuertes críticas de algunos inversores a John Foley, fundador y hasta ahora consejero delegado. Ahora pasará a ser presidente ejecutivo.

John Foley

Cambios en la primera línea ejecutiva de Peloton. La compañía, que experimentó un gran crecimiento con el boom del home fitness en tiempos de confinamiento, ha relevado a John Foley como consejero delegado y situado al frente del día a día de la empresa a un ex directivo de Netflix y Spotify: Barry McCarthy. Foley seguirá vinculado a la empresa como presidente ejecutivo, una función que hasta ahora tenía William Lynch, que pasará de ser presidente a director no ejecutivo del consejo de administración.

Se trata de un cambio profundo en la cúpula de Peloton, una compañía que experimentó un notable crecimiento en tiempos de pandemia y que en los últimos meses no ha conseguido reconciliarse con la rentabilidad, al tiempo que el ritmo de crecimiento se ha reducido con el paulatino regreso de los clientes a los gimnasios.

McCarthy asume el cargo de manera inminente, coincidiendo con la presentación de resultados semestrales que se realizará hoy mismo, una vez cierre la Bolsa de Nueva York. Como consejero delegado, tendrá un asiento en el consejo de administración. Desde Peloton admiten que “el cambio de liderazgo es la culminación de un planeado proceso de relevo en el consejo” en el que “John Foley ha estado trabajando en los últimos meses”.

De este modo, la compañía busca desmarcarse del ruido que ha rodeado a Peloton en las últimas semanas, en las que ha trascendido que ha frenado parte de su producción por la reducción de la demanda, sus acciones en Bolsa han caído a mínimos y el fondo Blackwells Capital ha pedido la dimisión de Foley. Si hace unos meses la empresa preveía contar con entre 2,8 millones y 2,85 millones de clientes de pago, finalmente ha cerrado el año con 2,77 millones

McCarthy fue director financiero de Netflix durante más de diez años, entre 1999 y 2010, por lo que vivió los orígenes de la compañía. Entre 2015 y 2020 trabajó como director financiero de Spotify, compañía de la que es miembro del consejo.

“Todos estamos de acuerdo en que Barry es el más adecuado para dirigir Peloton en su próximo capítulo y que esta transición de liderazgo posicionará mejor a la compañía para el crecimiento sostenible, la rentabilidad y el éxito a largo plazo”, ha explicado Kevin Boone, consejero independiente.

Por su parte, Foley ha comentado que tras haber fundado la empresa y contar con más de 6,6 millones de suscriptores a la plataforma de entrenamiento en el hogar, “estoy orgulloso de haber trabajado con compañeros de equipo con tanto talento a lo largo de los años que me han ayudado a convertir Peloton en lo que es hoy, y estoy seguro de que Barry es el líder adecuado para llevar a la compañía a su siguiente fase de crecimiento”.

Sobre McCarthy, Foley ha comentado que “no sólo es reconocido como un experto en la gestión de modelos de negocio de suscripción y en ayudar a las empresas de streaming digital líderes en su categoría a prosperar, sino que también ha tenido un enorme éxito en la asociación con los consejeros delegados fundadores de otras marcas”.

 

Despidos que afectarán a 2.800 personas y a un 20% del personal de oficinas

La salida de Foley en la primera línea ejecutiva de Peloton no ha sido la única noticia que ha dado a conocer la empresa, que ha anunciado un plan para reestructurar costes con los que espera ahorrar al menos 800 millones de dólares al año (700 millones de euros). Como parte del plan, se recortarán 2.800 puestos de trabajo. Los puestos corporativos, es decir, el personal de oficinas, se reducirá un 20%. La plantilla de instructores no se verá recortada.  

La empresa prevé destinar 130 millones de dólares (113,6 millones de euros) a indemnizaciones en efectivo y otros 80 millones de dólares en cargos no monetarios (70 millones de euros). A ello se suman 150 millones de dólares (131,1 millones de euros) para reducir inversiones en bienes de capital (capex) en 2022.

“Estamos tomando medidas para asegurar que Peloton capitalice la gran oportunidad a largo plazo en el sector del fitness conectado. Este programa de reestructuración es el resultado de una planificación para abordar las áreas clave del negocio y realinear nuestras operaciones para que podamos ejecutar contra nuestra oportunidad de crecimiento con eficiencia y disciplina”, ha añadido Foley.

En lo que respecta a las operaciones sobre el terreno, la empresa está reduciendo sus almacenes propios y los equipos de entrega de equipamiento, al tiempo que está ampliando sus acuerdos comerciales con proveedores de logística externos para así reducir gastos.

 

Otros cambios en el consejo

Además de la entrada de McCarthy como consejero delegado y el nombramiento de Foley como presidente ejecutivo, el consejo de administración de Peloton ha cambiado. Angel L. Mendez, ex directivo de Gateway y CitIgrup, y Jonathan Mildenhall, ex director de marketing de Airbnb y responsable de comunicación de marketing integrado de Coca-Cola se suman. Erik Blachford dimite.

 

Peloton levanta el pie del acelerador

La compañía ha visto como sus ingresos avanzaban a menor ritmo y la cifra de entrenamientos realizados por los usuarios empieza a caer. El número de workouts mensuales por usuario lleva dos trimestres consecutivos cayendo: alcanzó máximos entre enero y marzo de 2021, tras la campaña de Navidad, con 26 usos al mes, y desde entonces ha caído un 36%, hasta 16 sesiones mensuales entre julio y septiembre. En ese periodo, el número total de streams ha caído un 19,3%, hasta 120,5 millones de entrenamientos, pese a que desde marzo de 2021 ha ganado 410.000 suscriptores. En otras palabras: tiene más clientes que nunca, pero realizan menos sesiones.

En términos de negocio, la previsión era facturar entre 1.100 millones de dólares y 1.200 millones de dólares (entre 970 millones de euros y 1.058 millones de euros) entre julio y diciembre, el primer semestre de su ejercicio fiscal. Técnicamente ha cumplido lo previsto, pero se ha quedado atrás en volumen de suscriptores. Si hace unos meses preveía contar con entre 2,8 millones y 2,85 millones de clientes de pago, ha cerrado el año con 2,77 millones.

En cuanto al ebitda, la compañía esperaba cerrar la campaña navideña con entre 325 millones y 350 millones de dólares (entre 286 millones y 308 millones de euros) en pérdidas. Sin embargo, finalmente su resultado antes de intereses, impuestos y amortizaciones será negativo entre 260 millones de dólares y 270 millones de dólares (229 millones y 238 millones de euros), alrededor de un 20% por debajo de lo previsto.

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