Peloton continúa lejos de la rentabilidad, pero más cerca de ella tras un año de ajustes. La empresa de entrenamiento virtual ha recortado un 81% sus pérdidas, que en el ejercicio fiscal finalizado el pasado junio reportó unos números rojos de 241,8 millones de dólares (222 millones de euros), más de 1.000 millones de dólares (919 millones de euros) menos que en el año fiscal anterior.
Ello pese a que la compañía sufrió una contracción del 5% en el volumen de negocio, que fue de 642,1 millones de dólares (590 millones de euros). El motivo de este descenso es la fuerte caída, del 25%, en la facturación por la venta de equipamiento, que generó 220,4 millones de dólares (202 millones de euros). Las suscripciones a su plataforma de entrenamiento online, en cambio, mejoraron un 10%, hasta 424,7 millones de dólares (390 millones de euros), consolidándose como el principal generador de ventas y la clave de su negocio también a futuro.
“Durante los últimos diez años, Peloton ha sido el Henry Ford de las bicicletas estáticas. Vendíamos cualquier color de cuadro que quisieras siempre y cuando lo quisieras en color negro. Me complace anunciar un cambio de estrategia”, ha explicado el presidente y consejero delegado de Peloton, Barry McCarthy, en su carta a inversores.
En este sentido, la compañía diversificará el diseño de su equipamiento para adaptarlo a las preferencias de los clientes. El directivo también ha remarcado que la venta de equipamiento reacondicionado y el alquiler “están siendo iniciativas de crecimiento importantes”. Ya se han vendido más de 6.500 bicicletas reacondicionadas y el alquiler ha favorecido que 48.000 suscriptores se den de alta. La compañía cuenta en total con 6,5 millones de socios, de los que 3 millones pagan la suscripción vinculada al equipamiento conectado.
“La transformación de Peloton continúa con urgencia con el fin de perseguir un crecimiento sostenible y rentable. Espero que estas iniciativas aceleren nuestro crecimiento este año fiscal, pero no durante este trimestre”, ha reconocido McCarthy.
Además, la compañía, que retiró del mercado la gama de cintas de correr Tread+, ha recibido el visto bueno de la Comisión de Seguridad de Consumidores para volver a vender el producto con una serie de mejoras para la seguridad de los usuarios.
