Hace meses que Peloton dejó de ser una compañía que generaba la mayoría de su negocio con la venta de equipamiento deportivo para entrenar en casa. Ahora, su principal pilar son las suscripciones, y estas fueron las que le permitieron mitigar la fuerte caída de las ventas, que entre julio de 2022 y marzo de 2023 se redujeron un 25%, hasta 2.158 millones de dólares (1.954,4 millones de euros). En cambio, la línea de negocio de las suscripciones mejoró un 23,4%.
Ello contribuyó a que las pérdidas cayeran un 35%, hasta 1.019 millones de dólares (922,8 millones de euros). La plataforma suma un total de 6,7 millones de usuarios con perfil creado, de los que 3,1 millones pagan la suscripción más cara, que es la que está vinculada al equipamiento conectado (bicicleta, cinta de correr, remo o equipamiento de musculación). Al margen, están los 853.000 suscriptores de la app que permite entrenar usando el móvil, una Smart TV, una tablet o un ordenador. Esta opción, que no permite la monitorización del entrenamiento ni el registro de la evolución del usuario, es más barata.
La compañía apunta que los 3,1 millones de suscriptores con equipamiento conectado suponen un aumento de 74.000 clientes en el último trimestre, una cifra que superó las expectativas. El incremento ha sido del 5% en comparación con el año anterior. ¿El motivo? Se han reducido las barreras de entrada porque ahora los clientes pueden alquilar el equipamiento, por lo que no necesitan realizar un elevado desembolso para comprar la máquina para entrenar en casa. Eso sí, la cifra de suscripciones a la app ha caído un 13% en un año.
Fuerte recorte de las pérdidas en el arranque de 2023
Pese al descenso del 22% en las ventas entre enero y marzo de 2023, la compañía estadounidense de entrenamiento en el hogar recortó un 64% sus números rojos, hasta 275,9 millones de dólares (249,8 millones de euros), en el tercer trimestre del año.
En ese periodo, la compañía recortó sus pérdidas pese a que también redujo un 22% sus ingresos totales, lo que pone de referencia el impacto del fuerte ajuste que ha realizado para recortar costes. Por un lado, ha reducido su plantilla. Por otro lado, ya no fabrica su propio equipamiento, sino que lo compra a proveedores y terceros.
Poniendo el foco en los ingresos, la empresa redujo un 45% el negocio procedente de la venta de equipamiento de fitness conectado. Con sus bicicletas, cintas de correr, remo y equipamiento de musculación facturó 324,1 millones de dólares (293,5 millones de euros), un 15% menos que en el trimestre anterior. Eso sí, el negocio asociado a las suscripciones a su plataforma de entrenamiento mejoró un 15% interanual, hasta 424,7 millones de dólares (384,6 millones de euros).