Peloton continúa marcando el paso en el mercado del entrenamiento en el hogar. La marca de equipamiento para ejercitarse en casa ha cerrado el primer semestre con un beneficio de 139,4 millones de dólares (116,2 millones de euros), un resultado que contrasta con las pérdidas de 102 millones de dólares (85 millones de euros) que obtuvo en el primer semestre de 2019. La pandemia ha impulsado las ventas de la compañía estadounidense, que entró por primera vez en beneficios entre abril y junio de 2020, en pleno confinamiento.
En el primer trimestre de su ejercicio fiscal, entre julio y septiembre, también obtuvo beneficios, un camino que no ha abandonado en el segundo trimestre. Eso sí, en el primero ganó más que en el segundo, con un total de 69,3 millones de dólares (57,7 millones de euros), por los 67,5 millones de dólares (56,2 millones de euros) que ganó entre octubre y diciembre de 2020.
Las ventas acumuladas en el primer semestre se elevaron hasta 1.822,7 millones de dólares (1.519 millones de euros). De este importe, el 80,7% se facturó a través de la venta de bicicletas y cintas de correr conectadas, desde donde los usuarios pueden participar en clases dirigidas en directo y bajo demanda. Esta línea de negocio generó ventas por 1.471 millones de dólares (1.226 millones de euros), mientras que el servicio de suscripción casi triplicó su facturación en un año, hasta 351,2 millones de dólares (292,8 millones de euros).
Peloton cerró el primer semestre de su ejercicio fiscal con 1,66 millones de clientes
El gimnasio online de Peloton ya cuenta con 1,66 millones de suscriptores en Norteamérica, Reino Unido y Alemania, los únicos territorios en los que la compañía vende su equipamiento. El promedio de entrenamientos mensuales por cliente es de 21,1. Esta cifra ha caído desde el periodo abril-junio, cuando en numerosos países se pidió a los ciudadanos que se confinaran en sus domicilios. En aquel momento, los entrenamientos mensuales por cada usuario alcanzaron máximos de 24,7, si bien en verano cayeron hasta 20,7.
La compañía admite que ha tenido problemas para abastecerse y cumplir con los plazos de entrega habituales debido a la fuerte demanda. “Nuestras inversiones en la cadena de suministro durante los últimos meses nos están ayudando a mejorar nuestro abastecimiento”, explica en la memoria semestral, en la que se explica que la compañía ha puesto en marcha una nueva fábrica en Taiwán. “Desgraciadamente, los retrasos portuarios y los efectos derivados de la Covid-19 continúan siendo un desafío para que volvamos a los niveles de entrega prepandemia”, afirma Peloton en su carta para inversores.
El pasado 21 de diciembre, la compañía anunció la compra de Precor por 420 millones de dólares (350 millones de euros). Se espera que la operación se cierre durante el primer trimestre de 2021. Peloton explicó en un comunicado que esta adquisición le permitirá “acelerar la penetración de Peloton en el mercado comercial”, pues hasta ahora su foco ha sido el consumidor final y no la búsqueda de acuerdos con gestores de instalaciones deportivas.