Peloton cambia su liderazgo financiero en plena reestructuración global. La empresa de entrenamiento online ha anunciado la marcha de Jill Woodworth, directora financiera desde 2018. Su relevo lo toma a partir del próximo 13 de junio Liz Coddington, que hasta ahora ha sido directora financiera de Amazon Web Services y anteriormente asumió ese liderazgo en Walmart y Netflix, donde reportó a Barry McCarthy, actual consejero delegado de Peloton y ex director financiero de la plataforma de streaming.
McCarthy ha apostado así por talento conocido, y no es casual que se haya apostado por una profesional con experiencia en el ámbito del contenido en streaming. De hecho, Peloton no es sólo un fabricante de equipamiento. Es, especialmente, una productora de contenido en directo y en diferido para entrenar desde casa. Liz Coddington tiene el reto de mejorar los resultados de la compañía, mermada tras el back to normal. Antes experimentó un fuerte crecimiento por el confinamiento derivado de la crisis sanitaria.
Jill Woodworth trabajó en banca de inversión antes de unirse a Peloton. Durante más de once años estuvo en Morgan Stanley, y desde 2006 hasta 2018 fue directora general de JP Morgan. Fue en abril cuando fichó por Peloton, liderando su área financiera en la época de mayor crecimiento de la compañía, durante su salida a bolsa y tras la pandemia.
Las tensiones de tesorería que tiene la empresa, que disparó su volumen de producción para hacer frente a un boom de demanda durante el confinamiento, pero que no se ha mantenido en el tiempo, ha provocado que Peloton haya tenido que redimensionarse y llevar a cabo una reestructuración global que supondrá el despido de 2.800 empleados.
“Después de haber trabajado en algunas de las marcas tecnológicas más fuertes y reconocidas, Liz no sólo aporta la experiencia necesaria para dirigir nuestra organización financiera, sino que tiene una comprensión crítica de lo que se necesita para impulsar el crecimiento y la excelencia operativa. He visto su inteligencia, habilidades y liderazgo de primera mano y estoy feliz de trabajar estrechamente con ella mientras ejecutamos la siguiente fase de Peloton”, ha explicado McCarthy.
Peloton dispara sus pérdidas
El final de la pandemia no está sentando bien a Peloton, que en cuestión de meses debe redimensionar su estructura de costes para no seguir comprometiendo su rentabilidad. La compañía de entrenamiento online y equipamiento de fitness, que entre abril y diciembre de 2020 logró entrar en beneficios, ha registrado unas pérdidas de 1.570 millones de dólares (1.489 millones de euros) en lo que va de año.
En el presente ejercicio fiscal, que empezó en julio de 2021, Peloton ha reducido un 5,9% sus ingresos por la fuerte caída de las ventas de equipamiento, derivado de la crisis de demanda que sufre con la vuelta de los clientes a los gimnasios y a hacer vida fuera de casa. Como en tiempos de pandemia elevó su ritmo de producción e incluso compró el fabricante Precor, ahora debe reajustar su estructura de costes. Ese es el principal objetivo de Barry McCarthy, el directivo al que Peloton ha fichado para liderar la compañía.