El final de la pandemia no está sentando bien a Peloton, que en cuestión de meses debe redimensionar su estructura de costes para no seguir comprometiendo su rentabilidad. La compañía de entrenamiento online y equipamiento de fitness, que entre abril y diciembre de 2020 logró entrar en beneficios, ha registrado unas pérdidas de 1.570 millones de dólares (1.489 millones de euros) en lo que va de año.
Así lo ha comunicado la compañía en un día en que Barry McCarthy, fichado hace tres meses como consejero delegado, ha anunciado que también asume la presidencia y que William Lynch, expresidente de la empresa, deja de formar parte del consejo de administración.
En este ejercicio fiscal, que empezó en julio de 2021, Peloton ha reducido un 5,9% sus ingresos por la fuerte caída de las ventas de equipamiento, derivado de la crisis de demanda que sufre con la vuelta de los clientes a los gimnasios y a hacer vida fuera de casa. Como en tiempos de pandemia elevó su ritmo de producción e incluso compró el fabricante Precor, ahora debe reajustar su estructura de costes. Ese es el principal objetivo de Barry McCarthy, el directivo al que Peloton ha fichado para liderar la compañía.
En total, cerró los primeros tres trimestres del año con 1.891,9 millones de dólares (1.795,3 millones de euros) facturados a través de la venta de equipamiento, un 24,1% menos que durante el mismo periodo del año anterior. Eso sí, el negocio procedente de las suscripciones se elevó un 71,2%, hasta 1.011,6 millones de dólares (959 millones de euros). Es decir: el gimnasio online de Peloton ya factura más de 1.000 millones de dólares, lo que ha permitido a la compañía cerrar el trimestre con su cifra de negocio más elevada de la historia. En el tercer trimestre el alza fue notoria, pero ello no evitó cerrar el acumulado del año con esa caída del 5,9%, hasta 2.903 millones de dólares (2.754 millones de euros).
Las ventas de equipamiento de Peloton han caído un 24,1% interanual; el negocio de las suscripciones ha mejorado un 71%
“Mi objetivo para Peloton es convertirla en una plataforma global de fitness conectado con 100 millones de suscriptores, lo que equivale a la mitad de la clientela mundial de los gimnasios”, ha subrayado McCarthy, consejero delegado y presidente de Peloton desde hace tres meses, durante en una carta a accionistas. En la actualidad, la compañía cuenta con 2,9 millones de usuarios que pagan la suscripción vinculada a su equipamiento, un importe que se elevará a partir de junio, al tiempo que el precio del equipamiento ha caído en los últimos meses.
Eso sí, si se tienen en cuenta todos los usuarios, Peloton cuenta con 7 millones de clientes, un 29% más interanual, y un 5% más que en el trimestre anterior. Esta cifra suma los clientes de fitness conectado (los que tienen la bicicleta o la cinta de correr) y los que pagan por la app de entrenamiento para usarla a través de sus dispositivos móviles, ordenador o Smart TV.
Asimismo, la empresa ha lanzado un servicio de alquiler de máquinas para entrenar en casa, con el que busca reducir las barreras de entrada de la demanda y conseguir más altas a su plataforma de entrenamiento sin que el precio de comprar el equipamiento limite su expansión. De hecho, se ha dado tres meses más para aumentar su base de clientes en 20.000 suscriptores con el fin de cerrar el año con 2,98 millones de clientes a la suscripción de fitness conectado. Ello, teniendo en cuenta un “impacto negativo modesto” por el alza del precio de las suscripciones que se aplicará a partir de junio”, afirma Peloton en su memoria trimestral.
La compañía ha puesto en práctica varias iniciativas para reducir sus costes con el objetivo de generar un flujo de caja positivo reajustando gastos e ingresos. La previsión es que todas estas medidas, que pasan también por recortar 2.800 puestos de trabajo, generen un ahorro anual de 800 millones de dólares anuales (759 millones de euros) en 2024. De este importe, el 62,5% corresponden al ahorro en los gastos de explotación, y al menos el 37,5% restante a través del ahorro de los costes de producción de equipamiento de fitness. Sólo en el último trimestre, Peloton ha asumido unos costes de reestructuración de 158,5 millones de dólares (150,4 millones de euros), derivado de los despidos que ha empezado a acometer.
A corto plazo, y de cara al segundo semestre de este ejercicio, se espera que el ahorro sea de 165 millones de dólares (156,5 millones de euros), y de 450 millones de dólares (427 millones de euros) en 2023.
En cuanto a los gastos de explotación de fitness conectado, esperamos que la reestructuración suponga un ahorro de hasta 35 millones de dólares (33,2 millones de euros) en este ejercicio y de 100 millones de dólares en el próximo (94,8 millones de euros).
McCarthy ha subrayado que, desde que fue nombrado consejero delegado en los últimos tres meses, se ha centrado en estabilizar el flujo de caja en plena crisis de la demanda tras el boom experimentado durante la pandemia; incorporar talento para aliviar las tensiones de tesorería y reforzar el balance, y volver a crecer. “Estamos avanzando en estas tres prioridades”, ha añadido en un comunicado dirigido a accionistas e inversores.
“En el balance el reto ha sido gestionar el inventario; tenemos demasiado para el ritmo actual del negocio, y ese inventario ha consumido una enorme cantidad de efectivo, más de lo que esperábamos, lo que nos ha hecho replantear nuestra estructura de capital”, ha añadido. Ahí tendrá especial relevancia Andy Rendich, que se ha incorporado para liderar el área de cadena de suministro. “Afortunadamente, nuestro inventario tiene un insignificante riesgo de obsolescencia y creemos que se venderá en algún momento, por lo que principalmente se trata de un problema de flujo de caja, no estructural”, ha afirmado McCarthy.