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Las palancas del ‘Big Six’ de la natación española para facturar más de 53 millones en 2024-2025

Los principales clubes del país fían la mejoría del negocio a la oferta de nuevos servicios a sus abonados y a la búsqueda de patrocinadores. Todo ello, mientras aspiran a rentabilizar su patrimonio.

piscina cnab

El waterpolo femenino español vive su particular era dorada. El oro obtenido el pasado verano por la selección en los Juegos Olímpicos de París 2024 coronó a un grupo de deportistas que venía de subir al podio en los últimos Mundiales y Europeos. Una generación de  talento formado en clubes históricos como el Club Natació Sabadell, siete veces campeón de la Liga de Campeones LEN desde 2010; el Club Natació Sant Andreu, vigente campeón de la liga femenina, o el Club Natació Terrassa, entre otros. Éstas y otras entidades forman parte del Big Six de la natación española, que el curso pasado regresó al break even y que apunta a una facturación conjunta de más de 53 millones de euros en 2024-2025, según Intelligence 2P, la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook

Una cifra que constata la recuperación de todos ellos después de tres años en los que sus cuentas sufrieron el impacto de la pandemia y del encarecimiento de los costes energéticos. Esa tormenta perfecta provocó un roto de más de 23 millones de euros entre 2020 y 2023, tal como avanzó este medio. La caída de ingresos y el aumento de la partida de gastos, que se saldó con unas pérdidas de más de 5 millones entre 2020 y 2022, obligó a recortar el presupuesto de las secciones deportivas. 

Una tendencia que empezaron a revertir la temporada pasada, cuando los seis principales clubes del país facturaron más de 51 millones de euros, un 3,8% interanual y un 22,5% más que en el ejercicio previo a la pandemia. Todos los clubes, sin excepción, prevén mantener la inercia positiva en 2024-2025 sacando rédito de diferentes palancas activadas en los dos últimos años. En concreto, los clubes han modernizado y reorganizado su patrimonio y la oferta de servicios, han reducido sus deudas y han podido mantener la competitividad a nivel deportivo. 

 

 

Una de las políticas más comunes ha sido diversificar su negocio con nuevos servicios, algo que en algunos casos ha ido acompañado de una reordenación o ampliación del patrimonio disponible. Ejemplo de ello es el CN Barcelona, que ha relanzado su atractivo gracias al beach club que ha estrenado este verano, y que el club prevé que ayude a impulsar su negocio entre 8 y 9 millones de euros en 2024. Este proyecto, que le permitirá ingresar un alquiler fijo y otro variable por el espacio que alquila al Grupo Costa Este, ha coincidido en el tiempo con la Copa América de vela, competición a la que también está sacando rédito económico al arrendamiento de sus espacios para hospitality, eventos y coworking

Con esta reforma, que también ha abarcado otros espacios del centenario club, la entidad prevé acercarse el próximo año a los 7.000 abonados, apenas 1.000 por debajo de su récord histórico, registrado antes de la crisis financiera de 2008. “Entonces había muchos socios que pagaban por no usar el club. Este verano hemos registrado un incremento de altas superior a lo que es habitual por el final de las obras, que ha ayudado a que el club esté de moda”, constata Bernat Antràs, presidente del CN Barcelona. Esta transformación les está permitiendo atraer la atención de nuevos socios con un perfil socioeconómico superior al que tenían tradicionalmente. 

 

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El CN Sabadell, por su parte, ya saca provecho a un espacio de 3.500 metros cuadrados que tenía sin usar hasta 2022. Ese año adjudicó a Barberà Pádel Indoor la concesión, durante dos décadas, de la gestión de las once pistas de pádel que se construyeron. El club recibe un canon fijo y otro variable, en función de los beneficios obtenidos, por el alquiler del espacio. No es el único movimiento patrimonial realizado: en los últimos meses también vendió un inmueble por 300.000 euros, importe que reinvirtieron en la creación de espacios en los que ofrecer nuevos servicios en las salas de actividades y aulas de formación de su centro de Can Llong. “A corto plazo no tenemos una gran capacidad de inversión, pero sí para buscar partners para hacer acciones o transformar espacios para desarrollar nuevos servicios”, aporta Claudi Martí, presidente del CN Sabadell. 

Este último club acaba de reestructurar parte de su deuda, que ha bajado de 24 millones a 19 millones de euros, a la par que han alargado el importe de amortización seis años más, hasta 2037. Con ello, ha reducido sus gastos financieros y, tras culminar este año en equilibrio, apunta a cerrar 2024-2025 con un resultado positivo. “Cuando la situación económica nos lo permita, intentaremos buscar nuevos terrenos, porque queremos seguir creciendo en espacio. Hasta ahora no podíamos afrontar nuevos proyectos porque los acreedores priorizaban que pagásemos lo que debíamos. En los próximos años surgirán proyectos a nivel patrimonial”, anuncia el directivo. 

 

 

A pocos kilómetros, los socios del CN Terrassa votaron en contra de presentarse a la licitación para gestionar un gimnasio municipal durante los próximos veinte años. Se trata de un contrato valorado en 53 millones de euros que exige una inversión de un mínimo de tres millones de euros durante los cinco primeros años. La mayoría de la masa social del club priorizó invertir en las instalaciones actuales del club por encima de la posibilidad de sumar nuevos espacios. 

El CN Sant Andreu también espera con interés otra licitación en la que se juega buena parte de su futuro, la del Centre Esportiu Municipal (CEM) La Sagrera, actualmente en obras. La entidad daba servicio a unos 5.000 socios en el anterior recinto, demolido a principios de 2023. En las instalaciones que mantiene ya roza el tope de 8.000 socios y de 3.500 abonados. El Ayuntamiento de Barcelona destinará más de 27 millones de euros a la construcción de este y otro centro, el CDM Espronceda, que también verá la luz a finales de 2025. La licitación para adjudicar su explotación se publicará en los próximos meses, pero el club barcelonés ya ha mostrado su interés en recuperar su gestión si el pliego se ajusta a sus posibilidades. 


 

Más servicios para facturar más sin depender del volumen de socios

Mientras tanto, busca diversificar su negocio con nuevos servicios que cobrará aparte, como un espacio boutique especializado en pilates. Tras destinar 300.000 euros a renovar el equipamiento de fuerza y de cardio en su sala de fitness, han registrado un aumento del 50% de afluencia. “Queremos ampliar nuestra oferta de actividades dirigidas y la creación de nuevos espacios para ampliar nuestros ingresos. Estamos haciendo una transición hacia un perfil de público más joven. El perfil medio de nuestros usuarios son mujeres de 40 años, pero en el gimnasio ha crecido el volumen de gente de 18 a 25 años, unas franjas que antes no teníamos”, indica Helena Pérez, gerente del CN Sant Andreu. 

El Club Natació Atlètic-Barceloneta también acaba de renovar su sala de fitness, un proyecto con el que aspira a situarla como una referencia a nivel de los centros deportivos municipales. La entidad, además, colabora con Fluidra para impulsar y desarrollar proyectos de sostenibilidad y eficiencia energética que ayuden a reducir sus consumos enerrgéticos. 

 

 

El volumen de socios es cada vez menos un problema para los clubes, que cuentan actualmente con más de 77.000 inscritos en conjunto y aspiran a rebasar los 80.000 en el próximo año. Son cifras, eso sí, aún alejadas de los más de 88.000 abonados que llegaron a aglutinar en 2019. “La gente no es tan fiel como antes, quien no usa la instalación se da de baja. Por otro lado, existe la competencia de los centros de fitness o de la piscina municipal que tenemos al lado, y que ofrece cursos de natación más baratos”, indica Gregorio García, gerente del Real Canoe. La entidad bajó de los 6.465 socios de 2022-2023 a los 6.113 de 2023-2024. Sin embargo, prevén superar ambas cifras a través de una campaña dirigida a los familiares de sus socios y deportistas. 

“Es cierto que cada vez hay más competencia al existir más operadores especializados en fitness y actividades dirigidas. Nosotros también hemos perdido durante la pandemia muchos socios que pagaban cuota pero no venían mucho. La crisis sanitaria ha cambiado los hábitos, ya que han ganado peso otras maneras de practicar deporte a nivel outdoor que nos han restado potencial a los clubes de natación”, indica Martí. El CN Sabadell, que supera los 23.000 socios, prevé alcanzar los 25.000 en los próximos meses, una cifra aún alejada de los más de 27.000 que tenía en 2019.  El Club Natació Atlètic-Barceloneta, por su parte, ha abierto una lista de espera tras llegar a 12.600 socios. 

 

“Se busca patrocinador”: la eterna lucha del deporte minoritario

Además de la cuestión patrimonial y de la diversificación y renovación de espacios, hay otro tema que ocupa y preocupa de manera significativa a los gestores de estos clubes: la falta de sponsors. Pese a los recientes éxitos de sus deportistas de waterpolo o natación, estas disciplinas siguen lejos de tener la visibilidad de otros deportes. 

 

 

De hecho, sólo seis de los 24 equipos de las primeras divisiones de waterpolo femenino y masculino tienen algún title sponsor: Assolim y Simalga apoyan dos equipos femeninos, mientras que Zodiac y Geodesic hacen lo propio con masculinos. Sólo Astralpool repite, patrocinando los dos equipos de élite del CN Sabadell. “Desde 2022 estamos creciendo un 20% trienal por este concepto. Mantenemos los importantes y añadimos otros”, constata Martí. Este año han recuperado a Banc Sabadell como uno de los sponsors principales. Su prioridad, por encima del volumen, está en la duración de los acuerdos: “Preferimos menos importe, pero más estabilidad a nivel de años”, indica. 

En el caso de otros clubes, como el CN Sant Andreu, la lucha por los ingresos publicitarios resulta más difícil, al no tener tanta masa social ni visibilidad mediática, y al tener que competir en un entorno más competitivo. “En Barcelona luchamos con otros clubes, lo que dificulta la captación de patrocinadores. Los buscamos, pero no encontramos, y sin su apoyo resulta muy difícil competir”, indica Pérez. La entidad se muestra abierta a escuchar cualquier oferta, desde patrocinio del nombre del equipo femenino de waterpolo a sus instalaciones. “Cada día entran 1.500 personas en nuestro centro y tenemos muchos activos que ofrecer, pero seguimos sin encontrar una empresa. Es bastante frustrante, porque llevamos el nombre de Sant Andreu a nivel internacional”, lamenta. 

 


Sobre Intelligence 2P

Intelligence 2P es la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, cuya plataforma de datos monitoriza en tiempo real el negocio de más de una treintena de gestoras de instalaciones deportivas, incluidas las cadenas de gimnasios más relevantes con operaciones en el país. La herramienta incluye los estados financieros estandarizados, tanto la cuenta de pérdidas y ganancias como los balances, además de un mapa con más de 6.800 centros deportivos indexados, ratios comerciales y de negocio que permiten analizar y comparar el rendimiento anual de las compañías en sus distintas líneas de actividad.

Si quieres más información, contacta con nosotros a través de intelligence@2playbook.com.

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