O2 Centro Wellness tiene experiencia en capear el temporal provocado por crisis económicas, como la de hace diez años, o sanitaria, como la actual. La recesión anterior obligó a la cadena de gimnasios a reducir su tamaño, refinanciar deuda, negociar quitas y sanearse. Hoy, con una posición más sólida, encara su futuro con el mismo foco que lo ha hecho en los últimos años: reforzar su oferta y centrarse en sus activos actuales. “Queremos volcarnos en lo que ya tenemos, en lugar de aprovechar este momento para expandirnos”, explica el director general de la compañía, Francesc Gabara, a 2Playbook.

Lo dice tras admitir que el 2020 ha sido “un año perdido” y afirmar que la pandemia ha provocado un problema asociado al “miedo de la clientela”, agudizado por la incomodidad derivada de las restricciones, que limitan el horario de apertura o cierran el acceso a vestuarios. “El 65% que ha seguido viniendo ha provocado que aumente la media de accesos por cliente, porque quienes se han dado de baja son los que no tenían una rutina”, afirma.

Entre las acciones que ha realizado la compañía para fidelizar a su público está la renovación de toda su red de centros en los últimos años, el lanzamiento de una plataforma de fitness virtual propia y la habilitación de espacios de entrenamiento al aire libre. A los cerca de cinco millones de euros que destinó a modernizar sus centros antes de la pandemia, se suma ahora una dotación de 150.000 euros en zonas outdoor en cada club, que O2 Centro Wellness espera tener listo en verano. “Son espacios que se mantendrán tas la pandemia”, recalca Gabara.

Junto al lanzamiento de la app con clases dirigidas, la inversión en 2020-2021 se acercará al millón de euros. “Tenemos que aprovechar la crisis para salir más fortalecidos, no sólo como servicio a la sociedad, sino como compañía y desde un punto de vista de lo que ofrecemos”, asegura. “Ha cambiado la mentalidad de la gente y no bastará con ofrecer al cliente un espacio cerrado; nosotros compaginaremos el servicio indoor y outdoor, pero siempre dentro del club”, describe. La empresa no está interesada en ofrecer actividades fuera del centro, como en espacios públicos, sino en “ofrecer al cliente más que antes, un 360 grados”.

O2 Centro Wellness factura un 50% menos en 2020 tras perder un 45% de su clientela

En cuanto a la apuesta online, la compañía ha llevado a cabo su transformación digital sin firmar alianzas con terceros y desarrollando todo su contenido in-house. Pese a la inyección de recursos a este fin, Gabara reconoce que “no podemos competir con las plataformas online porque ya hay players especializados. En palabras del director general, O2 Centro Wellness debe reforzarse en aportar al cliente aquello que lo haga sentir cómodo. “Por eso las clases las imparten los técnicos que los usuarios conocen y con coreografías que ya saben, si no, se pierden”, afirma.

La compañía redujo un 50% sus ventas y en un 45% el número de abonados. Tras facturar 15,1 millones de euros en 2019, el negocio cayó hasta algo más de 7,5 millones de euros, lo que no evitó que la empresa cerrara el año con ebitda positivo. Para hacer frente a las tensiones de tesorería provocadas por la pandemia, la empresa ha recibido préstamos con el aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por 2,5 millones de euros.

Gabara reconoce que las inversiones se han podido realizar gracias a que la empresa está saneada, a pesar de que en 2019 sufrió pérdidas de medio millón de euros. Eso sí: en 2018 ganó 7,8 millones de euros por la venta de un club en Sevilla a Viding y la renegociación con la banca que permitió firmar quitas por cuatro millones de euros, según las cuentas anuales de la compañía.  

O2 Centro Wellness realizó una serie de reestructuraciones accionariales en 2019, con la salida Artisant Partners, que controlaba un 7% de la empresa. La propiedad de la cadena en 2018 era de BCN Pater, creada en los orígenes de O2 Centro Wellness para controlar la mayoría accionarial. Esta empresa está compuesta por distintos accionistas que, a su vez, tenían participaciones a través de otras compañías. Después de que algunos socios decidieran desinvertir, quienes se mantuvieron como socios decidieron liquidar esta sociedad y traspasar las acciones a otras empresas.

Como parte de esta reestructuración, el empresario Carlos Vázquez amplió el control que tenía sobre la compañía a través de CVS Ingenieria, que pasó del 24,2% al 63% en 2019; mediante Clateco, que del 6% se elevó al 20%, y con la entrada de Costa del Tormes, también bajo su control, y que ahora ostenta un 17% de los títulos. La reestructuración accionarial no alteró la propiedad de la cadena, que en 2019 amplió capital en 450.000 euros para equilibrar el balance. También se firmó un préstamo participativo por 5,5 millones de euros, y que han modificado los créditos participativos vigentes alargando el vencimiento del 2020 al 2021.

De cara al futuro, O2 Centro Wellness seguirá estudiando proyectos para crecer, aunque sin una clara vocación a expandirse. “Creemos que en 2022 alcanzaremos el nivel de ingresos que teníamos en 2019, aunque el proceso será largo y lo que queremos es focalizar esfuerzos en recuperar lo que ya tenemos”. Con siete gimnasios y una boutique femenino operativo en España, la cadena tiene presencia en Madrid (4), Girona, Huelva, Málaga y Granada.