Nautilus se resiente tras la vuelta de los clientes al gimnasio. El fabricante de equipamiento de fitness cerró su último año fiscal (que va de abril a marzo) con unas pérdidas de 22,4 millones de dólares (20,9 millones de euros), un resultado neto que contrasta con los beneficios de 88 millones de dólares (82,1 millones de euros) que obtuvo en el ejercicio anterior.
La compañía estadounidense redujo sus ventas un 11,3%, hasta 589,5 millones de dólares (550,5 millones de euros), en gran medida porque el boom del entrenamiento en casa se apaciguó con el fin del confinamiento y la vuelta a la normalidad. Además de vender equipamiento al usuario final, la compañía también comercializa equipos al segmento profesional: desde gimnasios hasta hoteles. Las ventas en el canal minorista cayeron un 0,5%, hasta 365,8 millones de dólares (341,6 millones de euros).
Peor desempeño tuvo la venta de equipos para el público profesional, con una caída del 24,9%, hasta 295,3 millones de dólares (275,8 millones de euros). En ambos canales de venta mejoró la facturación de equipamiento de musculación, pero empeoró la facturación procedente de la maquinaria de cardio.
“Seguimos ejecutando con éxito nuestro plan plurianual de transformación de Nautilus en una empresa líder en el sector del fitness en el hogar; nuestra decisión estratégica de impulsar las inversiones clave en tecnología y marketing está dando sus frutos, ya que hemos aumentado el número de socios de JRNY hasta superar los 325.000 suscriptores a finales de año, superando nuestras expectativas iniciales en un 30%”, ha explicado Jim Barr, director general de Nautilus.