Nautilus toma medidas para compensar sus pérdidas. El fabricante estadounidense de equipamiento de fitness ha anunciado un recorte del 15% de su plantilla, una decisión motivada por las pérdidas acumuladas en los primeros nueve meses del ejercicio 2021-2022, que ascendieron a 84,4 millones de dólares (78 millones de euros). La compañía ha multiplicado por 21 los números rojos obtenidos en el mismo periodo de 2021, cuando perdió 4,2 millones de dólares (3,9 millones de euros).
El motivo que explica este resultado negativo es la caída en picado de sus ventas. Nautilus facturó un 53,5% menos en los nueve primeros meses del ejercicio, en los que se anotó unos ingresos de 218 millones de dólares (202,9 millones de euros). Sus costes operativos se redujeron un 10% gracias básicamente al recorte del 47% aplicado en sus costes de ventas y marketing. Sin embargo, esa reducción del gasto no bastó para equilibrar la caída de ingresos.
Por canal de venta, el negocio procedente del público profesional (gimnasios y distribuidores) empeoró un 39,7%, hasta 97,6 millones de dólares (90,8 millones de euros). El descenso de las ventas de cardio fue del 56,4%, mientras que el de los la línea de fuerza cayó un 39,7%.
En el canal de venta directa al consumidor final el negocio empeoró un 61,4%, hasta 117,9 millones de dólares (109,7 millones de euros). De nuevo, la caída más acentuada la protagonizó la línea de cardio, con un retroceso en ventas del 74,5%, mientras que la fuerza disminuyó en un 40,9%.
“El viento en contra en los pedidos minoristas persiste, ya que se mantiene la incertidumbre económica. Estamos tomando medidas decisivas para reducir nuestros costes y volver a alinear nuestro negocio con la perspectiva de ingresos a corto plazo, posicionándonos para enfrentar estos desafíos a corto plazo, mejorar el flujo de caja libre e impulsar un crecimiento rentable a largo plazo”, ha explicado Jim Barr, director ejecutivo de Nautilus.
El recorte de su plantilla en un 15% es una de las acciones previstas para mejorar su eficiencia operativa. La compañía ha mejorado la ejecución de la cadena de suministro, la gestión de su inventario y ha optimizado el gasto en marketing. Con estas y otras acciones, la compañía prevé generar unos ahorros anuales de unos 30 millones de dólares (27,9 millones de euros).
Reducción de las pérdidas en el tercer trimestre
En el tercer trimestre de su ejercicio fiscal sus ventas cayeron un 33,3%, hasta los 98 millones de dólares (91,2 millones de euros). Eso sí, logró reducir sus pérdidas un 18%, hasta los 11 millones de dólares (10,2 millones de euros). “Estamos satisfechos con los resultados del tercer trimestre, destacados por la solidez de ventas al cliente final, que crecieron un 30% con relación a 2020%”, ha desarrollado Barr.
Su plataforma de fitness digital, JRNY, cerró 2022 con 447.000 usuarios, personas que tienen una cuenta pero que no necesariamente pagan una suscripción. Es un 88% más que el año anterior. De éstos, 156.000 eran suscriptores de pago, lo que significa un incremento interanual del 134%.
La compañía ha ajustado a la baja sus previsiones. Ahora, el grupo espera que las ventas totales en todo el ejercicio fiscal se sitúen alrededor de 270 millones de dólares (251 millones de euros), en comparación con el rango anterior de entre 315 millones y 365 millones de dólares (entre 293 millones y 339 millones de euros). El descenso con respecto a las previsiones anteriores se debe principalmente a la menor expectativa en el segmento minorista.
“Hemos sentado las bases de nuestro camino para convertirnos en un líder en fitness. De cara al futuro, seguiremos siendo proactivos y ágiles para responder a las condiciones del mercado. Continuaremos siendo prudentes en la forma en que administramos nuestros costes y priorizaremos las inversiones que nos aseguren que respaldarán nuestra transformación y mejorarán nuestra rentabilidad”, ha concluido Barr.