El Covid-19 ha puesto el entrenamiento virtual en el punto de mira por la conveniencia que aporta al permitir el entrenamiento en cualquier lugar y, en especial, en el hogar. Y la previsión es que, con o sin confinamiento, este sector continúe creciendo durante los próximos siete años. Según la firma de estudios de mercado Allied Market Research, las compañías de fitness virtual facturaron 6.000 millones de dólares (5.119 millones de euros) en 2019, el año previo al estallido de la crisis del Covid-19.
La compañía apunta a un crecimiento exponencial del mercado de clases dirigidas virtuales en la próxima década, y apunta a que en 2027 este sector moverá 59.230 millones de dólares (50.537 millones de euros) en todo el mundo. La empresa ha proyectado un crecimiento medio anual del 33,1% entre 2019 y 2027.
Uno de los motivos por los que se espera que este sector mueva más negocio es que los centros deportivos que tradicionalmente han centrado su servicio en la actividad presencial en el club han empezado a ofrecer clases virtuales para quienes desean entrenar desde casa o fuera de la instalación. El Covid-19 ha acelerado esta tendencia, y las cadenas han invertido en digitalizar sus contenidos y plataformas para brindar este servicio, fidelizar a sus abonados e incluso generar nuevas vías de ingresos.
Las start ups especializadas en entrenamiento virtual en el hogar, como Peloton, Hydrow, Mirror o Tonal, han cerrado numerosas rondas de financiación o incluso han empezado a cotizar en bolsa en el último año. Desde septiembre de 2019, han captado capital por 2.396 millones de dólares (2.029 millones de euros).