El gigante italiano FitActive irrumpe en el fitness español. La cadena de gimnasios low cost que abren 24 horas ha decidido iniciar su expansión internacional, y ha situado Barcelona como la primera piedra de su proyecto para crecer fuera de Italia, donde ya opera 62 franquicias y tiene quince clubes en proceso de apertura. Según ha podido saber 2Playbook, la compañía abrirá un club en el barrio de La Bordeta, en el distrito de Sants-Montjuïc, en el que invertirá alrededor de 500.000 euros.
La empresa tiene dos locales reservados en la capital catalana y sus alrededores, aunque de entrada sólo realizará una apertura después del verano. “Tenemos seis meses de exclusividad para abrir un segundo club en el local que hemos reservado; si el primero funciona bien, abriremos el segundo”, asegura a este medio Eduardo Montefusco, fundador y consejero delegado de FitActive, principal operador de gimnasios de bajo coste en Italia.
La compañía lleva dos años intentando crecer fuera de Italia. Incluso hizo una incursión en Praga (República Checa) que no acabó de funcionar, y que ha provocado que ahora los esfuerzos fuera del país transalpino se centren en España y Albania. “La opción de crecer en Barcelona está avanzada, porque hemos encontrado varias ubicaciones que nos encajan”, explica. También ha encontrado a un franquiciado italiano que se ha mudado a Barcelona para dirigir el negocio in situ. “Es el socio perfecto; no solo buscamos a franquiciados que inviertan, sino que también se involucren”, añade.
El directivo ha trazado un plan de expansión en España prudente y paulatino. Si el modelo funciona, el objetivo en cinco años es contar con quince instalaciones en el país y, a pesar de que Barcelona será donde FitActive plantará bandera, la idea es crecer también en otras ciudades, como Madrid. “No queremos abrir en el centro de las ciudades; somos un operador low cost que no podemos pagar alquileres tan elevados, pero sí vemos espacio para crecer en otras zonas y barrios, e iremos donde veamos una oportunidad, sin forzar”, describe.
Un club FitActive tiene entre 1.000 metros y 1.200 metros cuadrados, con una inversión que oscila entre 500.000 euros y 600.000 euros por club, en función de la dimensión y la obra que sea necesaria en el local. “Necesitamos 1,6 clientes por metro cuadrado para alcanzar el break even, pero en Italia hemos llegado a tener una media de 2,3 abonados por metro cuadrado”, explica el empresario.
FitActive planea cerrar 2021 con entre 75 centros y 80 gimnasios operativos
“En Italia ya nos conocen, y eso hace que la inversión inicial sea inferior, de alrededor de 120.000 euros; el resto se financia a tres años, aunque al final acostumbramos a liquidar ese pago en un año y medio o dos años”, afirma. En España la situación es diferente. “Aquí no nos conocen, no tenemos tanto contacto con los proveedores; por eso necesitamos empezar con una inversión más elevada de alrededor de medio millón de euros, con una pequeña parte captada mediante deuda”, desgrana.
Montefusco confía en ganarse la confianza de los proveedores financieros a medida en que la marca gane presencia en el país, de modo que consiga firmar créditos con mayor facilidad y mejores condiciones.
Por el momento, la empresa está creando estructura en España, con un equipo de directivos y arquitectos para poner en marcha sus primeros centros, y el objetivo es que en un futuro sean clubes franquiciados, operados por un inversor local que conozca el mercado.
La idea es seguir el modelo de Italia, donde cada club opera con una sociedad independiente participada al menos al 51% por la central. “Tenemos el control, pero nos apoyamos en franquiciados que confían en nuestra propuesta”, recalca. Este modelo se basa en clubes franquiciados, con sala de fitness y clases dirigidas en la oferta y que abren las 24 horas del día.
“Decimos a nuestros colaboradores, equipo de ventas y franquiciados que facturar no es lo prioritario; lo fundamental es generar felicidad a los clientes; sólo a partir de entonces se puede crear negocio”, resalta, sobre una condición que exige tanto a la plantilla como a los inversores que abren clubes. Y es ese el valor diferencial que quiere activar en el mercado español.
“Sabemos que en Barcelona y en España hay mucha competencia, con muchos segmentos muy bien cubiertos, pero creemos que es un mercado muy interesante donde nuestro modelo puede funcionar”, explica. A ello se suma el interés de los franquiciados de FitActive de Italia en vivir en España. “Nos dicen que quieren venir, y eso lo vemos como una oportunidad para nosotros”, recalca. De hecho, el primer centro que abrirá en la capital catalana lo hará de la mano de un franquiciado que ya opera clubes en Italia.
La competencia en Barcelona es elevada: un mercado donde la penetración del fitness se eleva al 20%, pero donde también dan servicio cadenas de gimnasios municipales, como Claror, Eurofitness, CET10 y Holmes Place, que también opera en el segmento premium junto a Metropolitan. Además, también existe una amplia red de centros de bajo coste, como Viva Gym, Altafit y Synergym, que se suman a los centros 24 horas, como Snap Fitness, Anytime Fitness y los exfranquiciados de esta cadena, que ahora operan con Entrena-T y Green fit.
La diferencia es que estos operadores 24 horas apuestan por tarifas de entre 39 euros mensuales y 49 euros mensuales, mientras que en Italia FitActive opera con tarifas de 19,90 euros al mes. Es un precio que está ligeramente por debajo de otros low cost, que como McFit, Viva Gym o DreamFit han ido subiendo el precio hasta situarlo por encima de los 26 euros. Ese es el hueco que buscará aprovechar FitActive, especialmente ahora que el mercado inmobiliario ha reducido precios en ciudades secundarias o en los alrededores de las principales urbes.
FitActive, un gigante del low cost 24 horas en Italia
Antes de que estallara la pandemia la cadena operaba 57 clubes en Italia y tenía veinte centros en proceso de apertura. Consiguió poner en marcha cinco instalaciones entre septiembre y octubre, y la previsión es que a lo largo de 2021 retome las aperturas que tiene en cartera una vez los gimnasios puedan volver a operar en Italia. “Ha sido complicado alcanzar ese objetivo porque ha habido varios lockdown en Italia”, explica el directivo.
El primero empezó hace justo un año y se alargó hasta casi verano, y el segundo empezó a mediados de octubre y continúa en vigor, puesto que los centros deportivos continúan cerrados en el país transalpino. Pese a todo, Montefusco se muestra optimista: “Esperamos acabar el año con entre 75 y 80 clubes en Italia, incluido su primer establecimiento en España.