La licitación deportiva sella su peor año desde 2012, cuando en plena crisis económica se derrumbó la inversión pública en equipamientos deportivos. En un 2020 marcado por la pandemia y el freno a los proyectos de infraestructuras que no fueran sanitarias, la licitación de obra para equipamientos deportivos se anotó una caída interanual del 28,9%, hasta 370 millones de euros.
Según los datos provisionales facilitados por la patronal de la construcción Seopan, es la mayor caída interanual desde 2012. Este descenso de la inversión pública ha provocado que los datos de licitación vuelvan a cifras de 2016. Aquel año, las administraciones sacaron a concurso proyectos de construcción y remodelación de centros deportivos por 255 millones, un importe que en 2017 y en plena recuperación se elevó hasta 465,7 millones de euros.
Ya en 2019 cayó la licitación deportiva respecto a 2018, puesto que se desarrollaron proyectos por 532,4 millones de euros, por los 658,9 millones del año anterior. El motivo es que en 2019 se celebraron elecciones municipales, autonómicas y generales, lo que provocó que se licitara menos que en el año anterior.
La pandemia ha supuesto un freno como el que provocó la crisis económica de 2007, si bien en España el freno a la inversión pública no se notó hasta 2012. La falta de créditos por parte de las entidades financieras y las medidas de contención del gasto impulsadas en 2012 por Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda por aquel entonces, frenaron en seco las inversiones y propiciaron que la licitación deportiva se situara en mínimos en 2013. Desde entonces se ha ido recuperando año a año, con la ligera caída de 2019 (año electoral) y en 2020, debido a la pandemia.
En el último año, el primer trimestre arrancó con fuerza, con inversiones por 98,6 millones, que, en el segundo trimestre, en pleno confinamiento, cayeron hasta 65,1 millones de euros, lo que se tradujo en un descenso intertrimestral del 33,9%. Entre julio y septiembre, la licitación deportiva repuntó hasta casi 100 millones de euros, un 53,5% más que en el trimestre anterior, por los 107 millones que se licitaron en los últimos tres meses del año.
Los datos provisionales de Seopan muestran un repunte constante desde verano, con un final de año en el que se sacaron a concurso más proyectos que en el primer trimestre, cuando los efectos de la Covid-19 no se notaron hasta marzo. Eso sí, comparando el último trimestre del año con el de 2019, la licitación cayó un 8%, lo que demuestra que la inversión pública en deporte aún está lejos de los niveles precrisis.
¿Cómo se comportó la inversión deportiva respecto al resto de inversión en obra sanitaria o vinculada a la docencia? El importe de los concursos para equipamiento deportivo cayó casi un 29% en 2020, por el 9% de los proyectos de infraestructura para docencia. La inversión de obras para equipamientos sanitarios aumentó un 13,9% en el año de la pandemia.
La obra civil para transportes cayó un 39%, y teniendo en cuenta todos los tipos de obra en España, la caída fue del 22,9%. Es decir: la crisis afectó más a la obra deportiva, en comparación con la media de sectores.
Por tipo de obra deportiva, la construcción de equipamientos copó el 55,1% de la inversión, hasta 204,3 millones de euros, mientras que 166,3 millones de euros se destinaron a rehabilitar y mantener los centros deportivos. El importe destinado a obra nueva cayó un 18,7%, mientras que el de mejora de infraestructura lo hizo un 38,4%.