El sector alemán de los gimnasios alza la voz ante el anuncio de cierre temporal de instalaciones por la Covid-19. La canciller Angela Merkel ha decretado el cierre de centros deportivos durante todo noviembre, a partir del lunes 2. Lo ha hecho tras alcanzar un acuerdo con los 16 gobiernos estatales que tiene el país. Ahora, los operadores de gimnasios están considerando emprender acciones legales conjuntas por el cierre de instalaciones y piscinas.

El Gobierno alemán plantea otorgar “subvenciones de ayuda de emergencia para compensar las pérdidas financieras” provocadas por el cierre. Se desconoce de cuánto serán dichas subvenciones, con las que el Ejecutivo intentará mitigar el impacto económico del cierre, que también afecta a bares y restaurantes.

Alemania se suma así a la lista de países donde se han cerrado las instalaciones deportivas de manera temporal durante la segunda ola de la Covid-19. Antes lo hizo Italia, Francia y Polonia. En el país galo, más de un centenar de operadores de gimnasios han firmado una petición para solicitar la reapertura y han emprendido acciones legales contra la decisión del Gobierno.

Un informe elaborado por el lobby europeo del fitness, EuropeActive, y Deloitte refleja que la merma económica provocada por el Covid-19 se extenderá hasta 2021, año en el que la caída de ingresos prevista por los operadores es del 11%. Para este año, se espera una caída del 30% de la facturación.

 Teniendo en cuenta esta previsión, el fitness europeo podría cerrar 2020 con unas ventas de 19.500 millones de euros, 8.500 millones de euros menos que en 2019, cuando se alcanzaron los 28.000 millones, según el informe de EuropeActive y Deloitte del año anterior. En 2021 la caída será del 11%, según las previsiones de las cadenas.