IFIT Health & Fitness pospone su salto al parqué. El fabricante de equipamiento de fitness para uso doméstico ha decidido aplazar su debut en la Bolsa de Nueva York tras alegar condiciones de mercado desfavorables que preocupan a los inversores por la creciente volatilidad de los mercados de capitales y la inflación, según ha publicado Reuters.
Mientras que en el mercado de valores estadounidense se ha dado recientemente una carrera alcista, los impagos de los promotores inmobiliarios chinos vinculados a Evergrande por problemas de liquidez, el incremento de los costes de la energía y la inflación en general han avivado la preocupación de los inversores y las oscilaciones del mercado. De ahí que iFIT haya decidido frenar su salida a Bolsa hasta que tenga una mayor certidumbre.
Es la primera gran empresa que aplaza su salida a bolsa en Estados Unidos debido a la volatilidad bursátil, pero le han seguido otras, como la francesa Icade Sante, o el proveedor de soluciones tecnológicas de inversión alternativa Allvue Systems Holdings.
iFIT preveía captar 646,15 millones de dólares (550 millones de euros) con su salida a Bolsa, en una operación que valoraría el 100% del grupo en 6.610 millones de dólares (5.646 millones de euros). La empresa, con sede en Logan (Utah), tiene previsto vender unos 30,77 millones de acciones con un precio de entre 18 dólares y 20 dólares por acción (entre 15,3 euros y 17 euros).
La empresa, antes conocida como ICON Health & Fitness, vende, entre otros productos, cintas de correr, bicicletas estáticas, elípticas, ropa y calzado de fitness. Sus otras marcas son ProForm y Freemotion, a las que en julio se sumó la app de entrenamiento Sweat, fundada por Kayla Itsines.
Fundada a finales de los años 70, iFIT cuenta con más de 6,4 millones de suscriptores que utilizan su equipamiento de fitness para el hogar y programas de entrenamiento. En su presentación al organismo regulador financiero estadounidense, iFIT ha asegurado haber vendido más de 10,1 millones de productos de fitness interactivos en el año fiscal 2021.
La compañía, matriz de otras marcas como NordicTrack, ProForm y Freemotion, cerró su ejercicio fiscal 2021 (de junio de 2020 a mayo de 2021) con unas pérdidas de 516,7 millones de dólares (437,2 millones de euros), cinco veces más que los números rojos registrados en el año anterior. Los gastos operativos, resultado de la inversión en marketing y en investigación y desarrollo se doblaron, y el resto de gasto se multiplicó por ocho.
Los ingresos, en cambio, no aumentaron al mismo ritmo, aunque se doblaron hasta 1.745 millones de dólares (1.476 millones de euros). De este importe, el 86% procedió de la venta de productos de fitness conectados para ejercitarse desde casa, y el resto lo aportaron las suscripciones para la plataforma de entrenamiento online. Las pérdidas acumuladas se elevan hasta 670,1 millones de dólares (567 millones de euros).