GO fit renuncia definitivamente a la construcción de un gran complejo deportivo en el casco histórico de Hortaleza. La compañía ha anunciado su desistimiento del proyecto porque “el nuevo criterio del actual equipo de la Dirección General de Patrimonio, hace inviable la construcción del centro deportivo”. Jamás trascendió la inversión económica, pero la empresa destina una media que supera los 10 millones de euros.
El proyecto debía permitir la entrada en servicio de un complejo con capacidad para 14.000 usuarios, pero los obstáculos administrativos han sido numerosos ante la oposición vecinal. El golpe final se produjo hace unas semanas, cuando el delegado de desarrollo urbano, Mariano Fuentes, declaró que la Comisión Local de Patrimonio se había opuesto a la concesión de la licencia.
Los vecinos renegaban de la reordenación de usos de la finca de la congregación de los Padres Paúles, que hace unos años cerraron el acuerdo con la gestora de instalaciones liderada por Gabriel Sáez. Incluso llegaron a contar con una sentencia favorable del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (Tsjm), pero los últimos cambios por la vía administrativa son las que han acabado por dinamitar la inversión.
GO fit recuerda que estaba en disposición de “cumplir íntegramente las disposiciones de las administraciones y que esta inseguridad jurídica, provocada por el cambio de las condiciones impuestas, les obliga, tras mas de cuatro años de inversión y trabajo, a renunciar al proyecto”.
Con tal de satisfacer las demandas vecinales, que iban desde la protección del patrimonio a parte de la vegetación, se habían diseñado varias campañas de estudio arqueológico para adaptar los criterios de protección del proyecto, en la defensa de la protección del patrimonio. En paralelo, propuso talar 90 árboles, en su mayoría enfermos, secos o envejecidos, para reponer 264 ejemplares de frondosas y 681 ejemplares de coníferas.
GO fit cerró 2019 con una facturación de 67,9 millones de euros a través de una red de 19 centros deportivos, de los cuales dos están en Portugal y 17 en España: siete instalaciones en la Comunidad de Madrid, cinco en Andalucía y una en Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha y Castilla y León. Con más de 260.000 abonados, 100.000 de ellos en la Comunidad de Madrid, es la compañía con mayor número de clientes en la industria española del fitness, y la segunda con más socios en la Península Ibérica.
