La Covid-19 ha provocado una fuerte caída el número de clientes de los gimnasios. Los cierres temporales y las recomendaciones de la mayoría de gobiernos sobre entrenar en casa o al aire libre han supuesto la pérdida de miles de clientes en un sector que no prevé recuperarse hasta finales de 2022 o principios de 2023. Los clubes de fitness en España perdieron 1,19 millones de clientes en 2020, lo que provocó que su tasa de penetración en el conjunto de la sociedad cayera a mínimos desde que se tienen registros: sólo el 9,1% de los españoles estaban inscritos a un centro deportivo en 2020, por el 11,7% de 2019.
Así se desprende del European Health & Fitness Market Report, estudio elaborado por Deloitte y EuropeActive, asociación que defiende los intereses de los gimnasios en Europa. Atendiendo únicamente a la población mayor de 15 años (la mayoría de clubes permiten el acceso a los abonados a partir de 16 años de edad), sólo el 10,7% están apuntados a un centro deportivo (por el 13,8% de 2019).
Son datos que reflejan que los clubes han perdido alcance e interés de la población, que en 2020 ha cambiado sus hábitos deportivos y ha optado por, o dejar de ejercitarse, o hacerlo al aire libre, en casa y presumiblemente utilizando la biblioteca de contenidos online que se encuentran en las redes sociales, YouTube o plataformas digitales especializadas. De hecho, un 2,2% asegura que no volverá a apuntarse y un 7% aún no lo ha decidido tras darse de baja.
La buena noticia para el sector es que hay margen de mejora, puesto que el 43% de la sociedad española admite hacer deporte con mayor o menor frecuencia, según el Barómetro del Deporte y la Actividad Física elaborado por la Comisión Europea en 2018. Las cifras de la Encuesta de Hábitos Deportivos son más favorables, pues reflejan que el 54,8% de los españoles hicieron ejercicio físico al menos una vez a la semana, ya sea compitiendo en deportes de equipos, saliendo a correr, acudiendo a un gimnasio o desplazándose de manera activa al trabajo o al centro de estudios.
“El sector español del fitness tiene potencial para superar la penetración que tienen los gimnasios en Reino Unido y Alemania y de situarse en torno al 15%”, apunta Moncada, gerente de Risk Advisory y experto en deporte y entretenimiento en Deloitte.
Las cadenas de gimnasios están convencidas de su papel a la hora de fomentar los hábitos de vida saludable, pero de momento no han conseguido convertirse en la principal opción para las personas que se ejercitan. Además, el 40,4% de la población admite no haber hecho nada de deporte en 2020, lo que arroja aún un mayor margen de mejora y crecimiento para los gimnasios.
“Estamos seguros de que los que se fueron no sólo volverán a inscribirse, sino que la penetración se incrementará sustancialmente debido a la importancia que ha tomado el ejercicio físico en la salud de las personas”, asevera Gabriel Sáez, presidente ejecutivo de GO fit.
Pese al golpe de la pandemia, los directivos del sector se muestran optimistas, pues la previsión de los principales operadores es recuperar recuperar entre un 20% y un 30% de la clientela perdida en los próximos meses, poniendo el foco en los abonados que se dieron de baja, pero sin perder de vista a aquellos que no estaban inscritos y, tras la Covid-19, presumiblemente quieran descubrir las bondades de tener una vida activa.
“A partir de septiembre entendemos que se iniciará la recuperación, prolongándose durante el último trimestre de 2021 y consolidándose en enero 2022; vendrá motivada por el ritmo de vacunación y la eliminación paulatina de restricciones”, coincide Roberto Ramos, cofundador y consejero delegado de BeOne-Serviocio.
Los gimnasios españoles facturaron 1.339 millones de euros en 2020, un 43,4% menos que en el año anterior, según el informe de Deloitte y EuropeActive. Es decir, el sector dejó de generar más de 1.000 millones de euros. “En España hemos visto una caída más pronunciada en ingresos que en abonados como resultado del cierre de centros y la congelación de tarifas”, apuntó Karsten Hollasch, socio de Deloitte y autor del informe, en la presentación del estudio semanas atrás.
Salud, ocio, multiservicio y omnicanalidad, la fórmula de la recuperación
Según la Encuesta de Hábitos Deportivos, el 28,3% de los españoles que hicieron deporte fue para mantenerse en forma, por el 21,9% que lo hizo por salud y el 19,5% por divertirse. Son datos que arrojan pistas sobre el tipo de servicio que deben ofrecer los gimnasios para reconectar con su cliente y captar al que jamás se ha planteado inscribirse.
“Entrar en guerra de precios es un error; tenemos que reforzar nuestro mensaje de espacio saludable, seguro, profesional necesario para mejorar la calidad y la esperanza de vida”, asegura Rafael Cecilio, presidente de DreamFit, una de las primeras cadenas low cost que empezó a operar en España.
La compañía ha subido los precios desde el estallido de la pandemia para mitigar la pérdida económica, aunque también lo ha hecho con el convencimiento de que su propuesta podía permitirse subir la tarifa esquivando una posible fuga de clientes. Así ha sido, ya que, si en el peor momento de la crisis perdió más del 40% de sus abonados, ahora se ha recuperado y espera cerrar septiembre con un 70% de los socios que tenía antes de la pandemia.
La oferta digital será fundamental para complementar el servicio presencial. Si bien el paso al entrenamiento virtual se hizo “de manera reactiva y forzada”, ahora se abre la oportunidad de “mejorar la relación con el cliente haciendo que esa relación sea presencial y virtual”, apunta August Tarragó, presidente de Sintagmia y de Adecaf, patronal de gimnasios de Cataluña. Ello implica el gimnasio pasará a ser híbrido lo que permitirá generar una oferta más amplia que abarque la nutrición, el descanso o el mindfulness, algo que ya ha incorporado GO fit.
