Los gestores de instalaciones deportivas de Liverpool logran el visto bueno para retomar la actividad tras una intensa semana de negociaciones. El Gobierno británico declaró hace semanas que los gimnasios de la ciudad debían cerrar por los rebrotes de Covid-19, lo que provocó la indignación de los operadores, que se plantearon tomar acciones legales.
Dado que el Ayuntamiento y el Gobierno central discutían sobre qué administración había tomado la decisión, las cadenas desconocían a quién debían denunciar, por lo que finalmente no se interpuso ninguna denuncia. Lo que sí hicieron los gestores fue negociar con el consistorio para poder retomar la actividad, algo que finalmente han conseguido, según informa Health Club Management.
Un informe de UKActive, que actúa como lobby de las cadenas de gimnasios en Reino Unido, afirma que de 22 millones de visitas que han tenido los centros deportivos británicos sólo se ha detectado un 0,34% de positivos en los centros deportivos por cada 100.000 accesos desde que los centros retomaron la actividad en julio.
Se estima que el Covid-19 ha puesto en jaque la economía de los centros deportivos, y que 2.800 instalaciones podrían cerrar de manera definitiva, poniendo en riesgo 100.000 puestos de trabajo. Según UKActive, el sector de los centros deportivos genera 3.300 millones de libras (3.644 millones de euros) anuales en valor social, en función de los beneficios proporcionados por este sector para la salud y el bienestar de la población.
