Los gigantes del fitness se tiñen de rojo en el año de la pandemia. Las siete cadenas de gimnasios que cotizan en Bolsa y en el mercado de renta fija cerraron 2020 con unas pérdidas agregadas de más de 340 millones de euros, según datos recopilados por 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia de mercado de 2Playbook. Las cadenas que peor resultado obtuvieron fueron la británica Pure Gym y la holandesa Basic-Fit, ambos operadores low cost, un segmento en el que la fidelización del cliente no es tan alta.
De los siete operadores que cotizan en el mercado de valores, seis entraron en pérdidas en 2020 tras sufrir una importante caída de ingresos a causa del cierre total o parcial de sus instalaciones durante la pandemia. Pure Gym presentó un resultado neto negativo de 165 millones hasta septiembre; por los 125 millones de euros que se dejó Basic-Fit en los últimos doce meses, si bien entre 2015 y 2019 promedió unos beneficios de casi 19 millones de euros.
La compañía holandesa mantuvo cerrados sus gimnasios durante un 41% del tiempo en el último ejercicio, un periodo en que dejó de cobrar las cuotas y compensó los importes facturados y no disfrutados a los clientes. Esta política supuso dejar de facturar más de 200 millones y reducir su negocio casi un 27%, lo que provocó las fuertes pérdidas que sufrió la empresa.
“Hemos frenado las aperturas hasta que los países levanten las restricciones y ello nos permita tener más visibilidad respecto al momento que atraviesa el sector”, explicó Rene Moos, fundador y consejero delegado de la empresa holandesa en un encuentro con inversores celebrado ayer. Con todo, se superó el centenar de aperturas en 2020, al igual que Planet Fitness.
Esta cadena estadounidense low cost venía de ganar 135 millones de dólares (113 millones de euros) en 2019, pero el 2020 lo finalizó con unas pérdidas de casi 15 millones de dólares (12,6 millones de euros) tras reducir sus ingresos un 41%. También hizo mella el cierre de instalaciones por la Covid-19, si bien en la actualidad ya cuenta con el 90% de su red en funcionamiento, a excepción de algunos centros en California, Canadá y México.
La británica The Gym, que también opera en el segmento de bajo coste, no ha anunciado aún el cierre económico de 2020, un año sobre el que sí ha informado de un retroceso de la facturación del 47%. Es una tasa que está por encima de la media de empresas cotizadas. De hecho, y ha falta de conocer los resultados anuales de su rival Pure Gym, las cadenas de gimnasios que cotizan en Bolsa o en el mercado de renta fija redujeron su negocio un 33% de media en 2020, una caída mitigada por las cadenas escandinavas, que capearon mejor la crisis en la primera ola.
De hecho, la sueca Actic entró en beneficios gracias a que pudo seguir operando en su mercado local. Pese a todo, los cierres en Noruega y Dinamarca empeoraron sus ventas un 26%, por el 11,3% de caída del negocio de Sats. Eso sí, esta última, que opera en Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia, entró en pérdidas con unos números rojos de 32 millones de euros.
La española Supera, que no cotiza en Bolsa pero sí ha emitido bonos en el mercado de renta fija, pasó de ganar más de tres millones en 2019 a perder 7,4 millones de euros en 2020, un año en que sus ventas cayeron un 53,4%. La compañía afrontó el cierre estatal entre marzo y junio, pero también tuvo que clausurar instalaciones en algunas comunidades autónomas, como Andalucía, la Comunidad Valencia y Castilla y León. Además, la empresa cerró dos clubs 24 horas en Madrid y Galicia.
Más endeudamiento y recorte de gastos para sobrevivir
Las compañías trabajaron para frenar la hemorragia de clientes y de negocio siguiendo un mismo patrón: congelar tarifas, ofrecer entrenamiento virtual gratuito, acogerse a programas para reducir los gastos de personal (Ertes) y refinanciar deuda para aliviar las tensiones de tesorería. Por ejemplo, Basic-Fit aumentó la financiación bancaria de 100 millones a 133 millones de euros en el primer semestre. En febrero de 2021 captó otros 150 millones de la banca con vencimiento en un año. Pure Gym colocó bonos por 45 millones de euros para hacer frente al lockdown en Reino Unido, mientras que su rival en Reino Unido, The Gym, refinanció deuda por cerca de 35 millones de euros con sus acreedores bancarios, entre los que se encuentra Banco Sabadell. La española Forus no cotiza, pero recientemente ha dado entrada en su accionariado a JP Morgan y Ben Oldman Partners mediante una ampliación de capital para fortalecer su balance tras la crisis.
Peloton, la otra cara de la moneda
Uno de los fenómenos del momento, Peloton, tampoco esquivó las pérdidas en el ejercicio fiscal 2020 (de octubre de 2019 a septiembre de 2020), pero en el año de la pandemia redujo a la mitad sus números rojos, que pasaron de 195 millones de dólares a 71,7 millones de dólares (60,3 millones de euros). ¿El motivo? La compañía estadounidense de home fitness dobló sus ventas en el último año hasta 1.836 millones de dólares (1.545 millones de euros). Es más, en el último trimestre de 2020 (entre julio y septiembre) sacó partido del confinamiento y entró en beneficios por primera vez en su historia, una situación que mantuvo entre octubre y diciembre.
La previsión de la compañía es cerrar el ejercicio actual con 3.900 millones de dólares (3.282 millones de euros), lo que implicaría quedarse cerca de doblar las ventas del año anterior. Además, en el segundo semestre del año espera empezar a vender su equipamiento y plataforma de entrenamiento en Australia, el quinto mercado en el que entra.