All in de Joaquín Iribarren en MoveUp. La cadena de gimnasios, que llegó a operar tres centros deportivos en Madrid, ha cambiado de manos después de que su director general y fundador comprara el 79% del capital que hasta el pasado junio estaba en manos de su socio, un family office vasco. Ya con el control del 100%, Iribarren espera que 2023 sea un año de crecimiento con la ambición de llegar a 2025 con un máximo de cuatro centros operativos.
La empresa dejó de operar dos instalaciones que tenía en Madrid y centró sus esfuerzos en el único club que gestiona en la actualidad: una instalación de 1.500 metros cuadrados en el centro de Tres Cantos (Madrid), que da servicio a 1.150 socios y que en verano realizará obras para mejorar el club. “Subiremos el precio a 42 euros, pero esperamos que los socios valoren las mejoras que hemos hecho y el hecho de no haber subido la tarifa desde 2019”, afirma Joaquín Iribarren.
La empresa se mueve en el segmento medio, donde confía en seguir operando con los próximos centros que sume a su red. Con el objetivo de contar con cuatro clubes a medio plazo, ahora negocia la compra de dos gimnasios, uno de mayor tamaño y otro que ronda los 1.300 metros. Ello, mientras negocia también dar entrada a fondos de inversión y family offices que se han interesado en MoveUp.
MoveUp opera opera un gimnasio en Tres Cantos que da servicio a más de 1.000 socios
“Se han acercado inversores; les gusta el modelo de gestión de la empresa y la diversidad de modelos de club con los que queremos crecer mediante adquisiciones”, afirma. La clave, en palabras del directivo, es la ubicación de los locales, la operativa diaria de MoveUp y el equipo. “El grupo es lo más importante; ahora somos nueve en Tres Cantos”, describe.
Se desconoce la inversión que destinará, pero el directivo asume que será más económico crecer con compras que hacerlo de manera orgánica. Antes de la pandemia, destinaba de media entre 500.000 euros y 600.000 euros a abrir cada club, y en aquel momento ya apostaba por adquisiciones. De hecho, el de Tres Cantos lo compró a Fitness Place en 2017. Dos años más tarde se hizo con un antiguo Basic-Fit que había cerrado en Carabanchel.