F45 reduce sus pérdidas y mejora sus ingresos tras la pandemia. La cadena de estudios de entrenamiento de alta intensidad, que salió a bolsa el año pasado, cerró los nueve primeros meses del año con unos números rojos de 92,4 millones de dólares (89,5 millones de euros). Es un 53,2% menos de las pérdidas que registró en el mismo periodo de 2021.
Las ventas mejoraron a buen ritmo, un 51,3%, hasta 109,3 millones de dólares (105,8 millones de euros). Aunque la cadena es australiana, el grueso de su negocio lo generó en Estados Unidos, donde facturó 70,4 millones de dólares (68 millones de euros) hasta septiembre, un 64,1% más. En Australia, en cambio, mejoró un 8% y movió 14,1 millones de dólares (13,6 millones de euros). El negocio en el resto del mundo creció más: un 53,4%, hasta 24,7 millones de dólares (23,9 millones de euros).
Estos son los ingresos que genera la central, pero si se tiene en cuenta el negocio que mueven los franquiciados, las ventas totales se elevaron un 31% a escala global, hasta 130,6 millones de dólares (126,5 millones de euros), y un 32% en Estados Unidos, hasta 61,1 millones de dólares (59,1 millones de euros).
“El trimestre pasado anunciamos varios cambios organizativos clave y un plan de reducción de costes diseñado para posicionar a la empresa con las condiciones macroeconómicas y las tendencias comerciales actuales. Me complace compartir que estos cambios se aplicaron durante el tercer trimestre y están empezando a dar resultados positivos”, ha afirmado Ben Coates, consejero delegado interino tras la dimisión de Adam J. Gilchrist. La reestructuración supondrá el despido de 110 empleados.
Todo ello, en un momento en que la compañía está negociando su venta al fondo Klim por 385 millones de dólares (372 millones de euros). Esta operación se da en un momento complicado para la empresa, pues dos de sus embajadores, David Beckham y el golfista Greg Norman, han denunciado a la compañía por presunto incumplimiento de contrato al no haber cobrado por haber promocionado la marca.
