Los dueños de VivaGym vuelven a demostrar su compromiso con la compañía para ayudarla a navegar por la peor crisis que ha vivido el sector del fitness. Los accionistas de la cadena de gimnasios han inyectado en la empresa 15,43 millones de euros, según ha podido saber 2Playbook. Este importe se suma a otras tres aportaciones de capital realizadas desde septiembre de 2020, que elevan hasta 40,69 millones de euros los recursos económicos conseguidos desde entonces.
Desde VivaGym Group indican que esta inyección de capital ha sido realizada por los socios para apoyar a la empresa en un contexto desfavorable provocado por la Covid-19, pero se desconoce si ha sido a través de créditos, préstamos participativos o mediante una ampliación de capital. Lo que sí está claro es que los recursos fortalecerán el balance de la cadena que opera más gimnasios en la Península Ibérica a través de sus dos marcas: VivaGym, con 55 centros en España, y Fitness Hut, con 43 instalaciones en Portugal.
La cadena viene de sufrir una caída del negocio del 28,9% en 2020, como consecuencia del cierre temporal de instalaciones. En Cataluña, su principal área de influencia tras la compra de Duet Fit, los clubes afrontaron hasta cuatro periodos de cierre, una intermitencia en su operativa que mermó a todas las gestoras de instalaciones deportivas de la región.
Con todo, la cadena logró que la caída de los ingresos fuera inferior al porcentaje de pérdida de abonados, un indicador que se redujo un 45%, hasta 160.000 personas, 132.000 socios menos que en 2019. Sin embargo, actualmente ya han conseguido superar los 185.000 miembros y la dirección confía en alcanzar los 220.000 clientes antes de que acabe el año, gracias al regreso obligatorio de los universitarios a las aulas y el paulatino regreso de los trabajadores a las oficinas.
VivaGym Group opera 98 gimnasios en la Península Ibérica, 55 de ellos en España
En un año en que no se facturó durante un 45% de los días por las restricciones sanitarias, la compañía sufrió pérdidas, aunque el ebitda ajustado fue positivo en 4,3 millones de euros. Y eso que, ante la incertidumbre y las restricciones de aforo, la compañía optó por contener la inversión, frenar la expansión y cuidar la tesorería, que a cierre de 2020 era de 5,5 millones de euros. Pese a no realizar tantas aperturas como tenía previstas antes de la pandemia, la compañía puso en marcha siete instalaciones.
En España tiene presencia en Barcelona (21), Madrid (9, y una apertura en Cuzco en camino), Valencia (6, Vizcaya y Baleares (3), Zaragoza (4), Sevilla (2), Murcia, Almería, Málaga, Granada, Córdoba, Pontevedra y Álava (1). En total, el grupo opera 98 gimnasios, 55 de ellos en España y 43 en el mercado luso, en el que penetró en 2019 con la compra de Fitness Hut.
VivaGym logró 7,2 millones de euros de préstamos avalados por el ICO que deberá amortizar en un plazo de ocho años, que considera que podrá devolver sin problemas. De hecho, su previsión es llegar a 2022 con una caja positiva de 8,3 millones de euros, que en el escenario más estresado se rebajaría a 7,3 millones. En paralelo, la firma de inversión Ares Management aceptó convertir los intereses vencidos en 2020 y 2021 al principal de la deuda de 100,2 millones de euros que le concedió en 2018.
Estos fondos fueron cruciales para acometer las dos grandes adquisiciones de los últimos meses en el segmento low cost. De un lado, pagó 37,7 millones de euros para adquirir Duet Fit, mientras que por la balear Happy Gym pagó 1,7 millones, según se recoge en sus cuentas anuales.
