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Los dueños de Enjoy Wellness dan 3,6 millones de ‘gas’ a la cadena para impulsar su expansión

La gestora de fondos Espiga Capital ha firmado un préstamo a la cadena de centros deportivos, que tiene cinco clubes en fase de construcción. En 2022 firmará un nuevo crédito para acometer más proyectos.

Enjoy Wellness Oviedo

Espiga Capital continúa aportando pulmón financiero a Enjoy Wellness. La gestora de fondos ha concedido un préstamo por 3 millones de euros a la cadena de centros deportivos para impulsar su expansión en el sector español y portugués de los gimnasios. Según ha podido saber 2Playbook, el vencimiento del crédito lo decidirá el prestamista, aunque está abierta la puerta a su capitalización.

Se desconoce si se optará por la capitalización de créditos o la cadena devolverá el préstamo, como ha sucedido en anteriores ocasiones. La firma inversora ha realizado varios préstamos a su participada que después ha convertido en capital. Así se hizo en 2016 con una ampliación de capital de tres millones de euros y nuevamente en 2018 con otros cinco millones. En esta última también participaron Martínez y Sotelo.

Ya en 2019, el accionista mayoritario efectuó otros dos préstamos por un total de cinco millones de euros, a los que ahora se suman otros tres millones con vencimiento a la vista, es decir, hasta que Espiga determine. Desde 2016, la gestora de fondos ha inyectado 16 millones en Enjoy Wellness, bien a través de préstamos, de la capitalización de los mismos o vía ampliación de capital. De cara al futuro, Espiga seguirá impulsando la expansión de la cadena, pue sen 2022 hay prevista la firma de un nuevo préstamo, según explica a 2Playbook el director general y confudador de Enjoy Wellness, Óscar Martínez.

Enjoy Wellness prevé facturar 15 millones de euros en 2021

Espiga Capital lleva años apoyando la actividad de Enjoy Wellness, compañía que controla desde 2015, cuando se hizo con un 88% de su accionariado. En 2019 llegó a ostentar un 91,4%, aunque a cierre de 2020 controla un 87,8%; el 12,1% restante está en manos de la dirección de la cadena, con Óscar Martínez y David Sotelo al frente, como director general y director de operaciones, respectivamente. Ellos fundaron la gestora en 2011, y durante la última década han liderado el crecimiento de esta, con diez instalaciones operativas y un plan de expansión a medio plazo que le llevará a doblar tamaño y a abrir dos complejos en Portugal entre 2022 y 2023.

Las necesidades de financiación para este plan no están decididas, y dependerá de los proyectos que saque adelante. A los cinco centros que están en fase de obras se sumarán seis más que la cadena ya ha anunciado y que se construirán en cuanto obtenga las licencias necesarias. Teniendo en cuenta que Enjoy invierte de media 8 millones de euros en cada complejo, ya tendría comprometidos 40 millones para crecer en Zaragoza, Avilés, Carabanchel (Madrid), Jerez y Murcia, donde abrirá entre primavera y finales de 2022.

En la actualidad, la compañía opera diez instalaciones en la Comunidad de Madrid (4), Salamanca (2), Valencia, Mérida, Sevilla y Asturias. Tras inaugurar Oviedo en abril de 2021, su pipeline de proyectos contempla once aperturas en los próximos años, dos de ellas en Portugal y el resto repartidas en Burgos Albacete y Gijón, a las que se suman dos en Zaragoza, dos más en Cádiz, y las ya mencionadas en Avilés, Carabanchel y Murcia. La inversión total rozará, o incluso superará, los 90 millones de euros.

“Estamos decididos a seguir creciendo, pero los bancos no financian el 100% de la expansión; ahí entra Espiga, que aporta los recursos necesarios para seguir abriendo centros”, explica Martínez. El directivo reconoce que el haber seguido adelante con la expansión en tiempos de pandemia ha sido un acierto, puesto que el club de Oviedo, puesto en marcha el pasado mayo, está dando buenos resultados.

Al margen de este préstamo, el equipo fundador inyectó cerca de 643.000 euros en la compañía a finales de 2020, lo que provocó que Martínez y Sotelo pasaran de controlar el 8,6% a ostentar el 12,1% de las acciones.

La empresa cerró 2020 con unos ingresos de 11,5 millones de euros, un 25,8% menos que durante 2019. El negocio cayó como consecuencia de los cierres temporales decretados durante la pandemia, a los que siguieron varios meses de restricciones en el aforo y los horarios de apertura. El año pasado también firmó préstamos con el aval del ICO por 5 millones de euros, con los que alivió las tensiones de tesorería.

 De sus cuentas se desprende que la compañía cerró 2020 con un resultado antes de impuestos negativo en 984.000 euros, que en 2019 fue positivo en algo más de 35.000 euros. De cara a 2021, la compañía prevé facturar 15 millones de euros, lo que supondría crecer un 30,4% interanual. De lograrlo, sus ventas aún estarán un 3,2% por debajo de las de 2019.

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