DiR vuelve a buscar apoyo público para solucionar sus problemas de tesorería derivados de la pandemia. La cadena catalana de gimnasios ha solicitado un préstamo a Cofides a través del al Fondo de Recapitalización de empresas afectadas por la Covid-19, según adelanta Ara. El importe solicitado se desconoce, aunque la empresa ya intentó lograr 25 millones de euros el Gobierno a través del plan de rescate diseñado por la Sepi para empresas españolas.
El grupo controlado por la familia Canela lo intenta esta vez a través del mecanismo, por el que las pymes pueden solicitar entre 3 millones y 15 millones de euros; las compañías de mayor tamaño pueden pedir entre 4 millones y 25 millones de euros, que es casi lo que ha pedido BeOne, como adelantó 2Playbook.
La búsqueda de un rescate más amplio tiene que ver con el cierre de 2020, que arroja unas pérdidas de 8 millones de euros tras recortar su facturación más de un 50%, hasta 25 millones de euros; en términos de clientes, perdió casi un 45% de su base de abonados, quedando por debajo de las 64.000 personas. Un duro golpe para la compañía, que en 2019 logró volver a beneficios con un resultado neto próximo a los 700.000 euros.
Este movimiento de DiR se produce meses después de que la Generalitat le concediera un préstamo participativo de 2,6 millones de euros. En paralelo, ha convocado una junta de accionistas para que den luz verde al consejo de administración para poner en marcha ampliaciones de capital por hasta 1,6 millones de euros en cinco años.
La dirección de la cadena aseguró a 2Playbook que no pide esta autorización para capitalizar los créditos concedidos por Avançsa, brazo industrial del Gobierno catalán, por lo que podría responder al anhelo de flexibilidad que la familia Canela quiere tener para convocar una ampliación de capital con más agilidad, si lo necesita.
Además de recibir el apoyo de Gobierno catalán, la compañía ha convocado sus bonistas para refinanciar deuda. Con ellos, a cierre de 2019 tenía compromisos de pago por 11,4 millones de euros, de los cuales 4,4 millones eran a corto plazo.
La mayoría de las obligaciones las contrajo a partir de 2003, cuando empezó a ofrecer la posibilidad a sus clientes de adquirir bonos con el objetivo de contar con liquidez para acometer inversiones y, más allá de abrir nuevos centros, modernizar las instalaciones de una compañía fundada en 1979 que ha liderado el sector del fitness en Barcelona por facturación y número de centros.
En cuanto a la deuda bancaria, a cierre de 2019 ascendía a 9,8 millones, 2,1 millones de préstamos sindicado y el resto con entidades financieras como Bsch, Banco Popular (Banco Santander), Bankia y BBVA, entre otros. La mayoría de los vencimientos son en 2024.
Además, desde 2016 se ha apoyado en otra palanca de financiación, el crowdfunding, con el que captó 2,3 millones de euros para abrir cinco clubes BDiR, la marca de centros deportivos de menor tamaño y de proximidad que creó para crecer con instalaciones que requieren menos inversión y que se pueden franquiciar.
En la actualidad, el grupo de gimnasios opera 14 clubes BDiR, club de formato más pequeño y, en su mayoría, gestionados por franquiciados, un boutique de boxeo Jambox y veinte instalaciones de su marca original DiR, la mayoría de ellas propias y cuatro operados por terceros. Contado los 44 estudios YogaOne, la empresa cuenta con 79 instalaciones propias y franquiciadas.