DiR da un paso más en su apuesta por el entrenamiento online. La cadena catalana, que en 2016 creó la cadena de estudios boutique YogaOne, ha puesto en marcha una plataforma de pago de clases online especializadas en esta disciplina. La aplicación, a la que se puede acceder desde la página web de YogaOne Online, se basa en suscripciones mensuales que cuestan 9,99 euros.
El sistema imparte más de nueve estilos de yoga y cuenta con más de 100 sesiones por niveles. Las clases están dirigidas por profesores como Jordi Canela, Yiannis Andritsos, Eyal Shifroni, Kat Chareon, Gala Ortín y Xochitl Correa, y están grabadas en espacios emblemáticos de Barcelona, como la Casa Batlló y la Fundació Joan Miró.
Según Jordi Canela, maestro de yoga y cofundador de la cadena de estudios boutique, “hemos creado esta plataforma online para que los adeptos al yoga tengan la posibilidad de practicar esta disciplina desde cualquier lugar y hora. Además, queremos continuar con nuestra labor de difusión internacional para que el yoga sea accesible a todas las personas”.
En la actualidad, YogaOne cuenta con más de cuarenta centros repartidos en 14 ciudades den España, con especial presencia en Barcelona, principal área de influencia de DiR. La compañía prevé nuevas aperturas para 2021, aunque no ha confirmado dónde las realizará. DiR es una de los principales grupos de gimnasios del país, con una facturación de 50,3 millones de euros en 2019, antes de que estallara la crisis sanitaria.
A raíz del cierre temporal de gimnasios, la compañía lanzó la iniciativa Outdoor DiRigides.cat para impartir sesiones en los parques y plazas de Barcelona. De este modo, sus clientes pueden participar en clases dirigidas al aire libre de manera gratuita mientras duren las restricciones en los gimnasios por la pandemia, pero también vende sesiones a aquellos que no están abonados. Es un modelo parecido al que ha seguido para ofrecer su plataforma de entrenamiento en el hogar DiR a casa, cuyo acceso es gratuito para los clientes mientras duren las limitaciones, pero también se comercializa entre quienes no están abonados, que sí tienen que pagar.