La industria del fitness empieza a recuperar la normalidad, y DiR ha decidido reforzarse de cara a la guerra por el cliente que previsiblemente se abrirá con la reapertura de los gimnasios. La cadena barcelonesa ha reforzado su estructura con el fichaje de Pedro Hidalgo, uno de los ejecutivos más veteranos del sector y que hasta diciembre de 2019 fue una pieza clave en el desarrollo de Grupo Duet, según ha podido saber 2Playbook.

Se trata de una incorporación de calado, pues Hidalgo ejerció como director de estrategia y comunicación de la gestora de concesiones administrativas. Incorporado en 2009, su salida se produjo a finales del año pasado tras la venta de la cadena de gimnasios de bajo coste Duet Fit a Viva Gym. Previamente, fue el director de marketing corporativo de Caprabo durante ocho años y responsable de marketing de La Sirena, dos de las cadenas de supermercados más conocidas que operan en España.

La salida del ejecutivo se produjo debido a las duplicidades en las estructuras de Viva Gym y Grupo Duet, que actualmente se encuentra negociando la venta de Duet Sports. Algunos profesionales de la compañía se incorporaron al líder ibérico del segmento low cost para reforzar el equipo en Cataluña, pero otros salieron. Se trata de Daniel Viladot, hoy en Veritas, o Frank Alonso, que estuvo en Fitness Park para apoyar su desembarco en España.

Hidalgo refuerza un comité de dirección encabezado por Ramón Canela, presidente ejecutivo y fundador de la compañía. Entre los nombres destacados del grupo también están sus hijos Silvia y Ricard Canela, responsables de expansión y al frente del proyecto de franquicias; Jordi Canela, propulsor del negocio de yoga; Ramón Urgell, subdirector general y miembro del consejo de administración; Nuria Soler, directora comercial, o Mireia Sauret, que en 2016 se incorporó a la cadena como máxima responsable de la división de estrategia y desde finales de 2019 se sienta en el consejo de administración.

Hidalgo se incorpora a una compañía que históricamente ha invertido de forma importante en la construcción de marca, una de las más conocidas en la industria del deporte en Cataluña y, especialmente, en Barcelona. Y lo hace en un momento en el que el precio puede volver a ser un factor determinante en las promociones de las cadenas de gimnasios.

DiR fue una de las primeras empresas en anunciar su plan de reapertura cuando las autoridades lo permitieran, distanciándose del mensaje de prudencia que se promovía desde la patronal Fneid. La compañía empezó en junio a cobrar una tarifa reducida a sus clientes, debido a que el servicio aún no puede ofrecerse al 100% debido a las restricciones por precaución sanitaria.

El aforo está limitado en función de cada fase y las normas de cada gobierno regional, en su caso el de la Generalitat de Catalunya. En todos los centros se exige una distancia social mínima de dos metros, se desinfectan constantemente las instalaciones y hay gel hidroalcohólico para los clientes, y se entra a los clubes con pulsera o DNI en lugar de con la huella dactilar, entre otras medidas.

El objetivo es evitar una debacle excesiva del negocio, después de que en 2019 volviera a superar la barrera de los 50 millones de euros de facturación. En concreto, la cadena creció un 7,4% y alcanzó unas ventas de 50,3 millones de euros, mientras que el beneficio antes de impuestos se situó por encima de 700.000 euros.