DiR vuelve a refinanciar deuda con la banca. La cadena catalana de gimnasios, controlada por Ramón Canela, ha pactado con sus acreedores bancarios un aplazamiento del pago de 6,1 millones de euros que vencía en 2024, y que ahora expirará en 2026. Según informa Expansión, esta operación se ha llevado a cabo en paralelo a una ampliación de capital de 1,5 millones de euros realizada por su accionista principal, la familia Canela.
El pool bancario de DiR lo conforman ocho entidades financieras con las que la gestora de instalaciones había negociado una refinanciación de aproximadamente 8 millones de euros. Aunque finalmente el importe será de 6 millones de euros y el aplazamiento es por dos años, se mantiene la fórmula de amortización creciente.
Esta operación da aire a la compañía en un momento en el que se encuentra en fase de recuperación de los abonados perdidos durante la pandemia, con la previsión de alcanzar el 100% de su base de clientes prepandemia a cierre de 2022. Según el citado medio, la cadena está un 11% por debajo del número de socios que tenía antes de la crisis del coronavirus.
Más allá de los compromisos con acreedores bancarios, DiR debe hacer frente a 3,8 millones de euros obtenidos con el aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y otros 11,5 millones de euros comprometidos con los bonistas. Además, la compañía pidió acogerse a créditos avalados por la Sepi por hasta 25 millones de euros y por Cofides, pero dichas solicitudes no salieron adelante. Sí que recibió el apoyo de Avançsa, empresa de la Generalitat, que hasta el momento ha inyectado 1,46 millones de euros de los 2,6 millones que la entidad se comprometió a aportar.
Estas operaciones llegan meses después de que la cadena fundada por Ramón Canela aprobara aumentar su capital social en 886.775 euros a través de la puesta en circulación de 29.510 nuevas acciones que serán adquiridas por inversores privados.
La cadena de gimnasios registró unas pérdidas de 8 millones de euros en 2020, según avanzó semanas atrás el diario Ara. La caída de las ventas en 2020, como consecuencia de la pandemia y el derivado cierre temporal de los centros, fue del 50%, hasta 25 millones de euros. Su clientela se redujo un 45%, quedando por debajo de las 64.000 personas.