DiR ha centrado su actividad en Cataluña y, especialmente, Barcelona durante sus más de cuarenta años de actividad, pero en los últimos tiempos ha encontrado un aliado para crecer por el resto de España: YogaOne. La cadena de estudios especializados en yoga, con la que abrió sus primeros clubes fuera de Cataluña en Madrid en 2019, ha plantado bandera en Aragón y Navarra.
La empresa, que opera con franquicias en clubes de al menos 200 metros cuadrados, ha abierto sus primeros clubes en Zaragoza y Pamplona, a los que se ha sumado un estudio junto a la Puerta de Toledo de Madrid, capital donde ya opera cuatro establecimientos. YogaOne ya suma 43 establecimientos en total, 37 de ellos en Cataluña. En esta región cuenta con tres clubs propios, que fueron los primeros que abrió a partir de 2016.
Ahora, el modelo de expansión es con franquicias y a través de técnicos de yoga que ven en esta marca una oportunidad para autoemplearse. De este modo, la compañía no compromete recursos propios en un momento complicado por la falta de financiación externa y la estrangulación de caja que ha supuesto la pandemia para el sector deportivo.
DiR cobra un canon de entrada de 17.500 euros, a lo que se suma un fee mensual del 6% de las ventas como royalty y 1 euro adicional por cada socio para cubrir los gastos de publicidad. Al margen, se requiere una inversión que oscila entre 65.000 euros y 124.000 euros para adecuar el local, con un periodo de dos años para recuperar la inversión. El contrato mínimo es por doce años.
A diferencia de algunos centros boutique, YogaOne no cobra según el número de accesos mensuales que realizan los clientes, sino que apuesta por un abono mensual o anual, cuyo precio oscila entre 33 euros y 39,90 euros, en función de si se opta por pagar mes a mes o todo el año.
YogaOne opera más de cuarenta clubes en Cataluña, Madrid, Zaragoza y Pamplona
YogaOne forma parte de la cartera de marcas del grupo catalán fundado en 1979 para operar gimnasios de gran tamaño bajo la firma DiR, aunque a partir de 2016 empezó a diversificarse y puso en marcha BDiR, especializada en gimnasios de barrio y proximidad, y Jambox, para abrir boutiques de boxeo. En la actualidad opera 14 clubes BDiR, muchos de ellos franquiciados, un Jambox y veinte instalaciones DiR, ya mayoría de ellas propias y cuatro operados por terceros. Contado los estudios YogaOne, la empresa cuenta con 78 instalaciones propias y franquiciadas.
Se desconoce el volumen de ingresos de DiR en 2020, un año marcado por la pandemia y por el derivado cierre temporal de instalaciones deportivas por fuerza mayor. Su fundador y presidente, Ramón Canela, llegó a decir que la caída mensual de ingresos durante los cierres temporales se elevaba a 4 millones de euros.
La empresa catalana se ha visto muy afectada por el freno a su actividad, lo que le ha llevado a pedir un rescate de 25 millones al fondo de la Sepi. A ello se le suma los 2,6 millones de euros que recibirá de la Generalitat de Catalunya a través de Avançsa, a través de un préstamo participativo. Por el momento, ya ha recibido 1,5 millones de euros de este préstamo.
Al margen del préstamo participativo de Avança, DiR ha sido una de las empresas que han recibido subvenciones del paquete de ayudas directas de 80 millones de euros para el sector deportivo que la Generalitat ha anunciado desde que estalló la crisis. En la primera fase de ayudas por el cierre de noviembre, DiR recibió más de 747.000 euros, como ya adelantó 2Playbook.
En paralelo, pidió refinanciar un millón de euros con sus bonistas, la mayoría socios de sus clubes, para evitar una devolución en masa este año. Previamente, ya refinanció 2,5 millones con este tipo de inversores.