DiR abre la puerta a la entrada en su accionado a la Generalitat de Catalunya. La cadena catalana de gimnasios ha convocado a sus accionistas para abordar la posible entrada de Avançsa en el capital a través de la capitalización de créditos por 1,46 millones de euros. Es el importe que la empresa pública dedicada a la promoción de empresas industriales aportó a la compañía fundada por Ramón Canela. La entrada en el capital se producirá si la cadena no puede hacer frente al pago de la deuda, cuyo plazo expira en cinco años.
La empresa recurrió al Gobierno autonómico la pasada primavera, cuando recibió un préstamo participativo por esta cantidad. Con todo, la Generalitat anunció un préstamo de 2,6 millones de los que hasta la fecha se han otorgado 1,46 millones. En concreto, la cadena se acogió a una línea de ayudas económicas para la reactivación tras la Covid-19, dotada por 9 millones de euros en total.
Las compañías que quisieran acceder a este préstamo debían solicitar importes por hasta 3 millones de euros a pagar en entre tres y ocho años, con amortización única en el momento del vencimiento. En el caso de DiR, el préstamo es a cinco años y tenía garantías mobiliarias e inmobiliarias. De este modo, en caso de impago, la Generalitat podrá quedarse con algún activo o convertir el préstamo en acciones. Todo dependerá de si DiR hace frente al pago del préstamo cuando este venza, y siempre y cuando Avançsa así lo considere.
Ahora, DiR ha convocado a sus accionistas para adoptar una serie de acuerdos que formalice “la posible entrada de Avançsa en el capital de la compañía en las condiciones establecidas al efecto”, según la información notificada al Registro Mercantil.
Este anuncio llega días después de que convocada a sus accionistas para votar la reducción de capital en tres de sus sociedades por 2,59 millones de euros para compensar pérdidas. La cadena de gimnasios ha sufrido unas pérdidas de 8 millones de euros en 2020, según avanzó semanas atrás el diario Ara. La caída de las ventas en 2020, como consecuencia de la pandemia y el derivado cierre temporal de los centros, fue del 50%, hasta 25 millones de euros. Su clientela se redujo un 45%, quedando por debajo de las 64.000 personas.