Han pasado seis años desde que DiR empezó a franquiciar su marca YogaOne, y desde entonces la compañía ha abierto cerca de cincuenta instalaciones en el país. La cadena de estudios boutique se ha convertido en el principal pilar de la expansión de la cadena catalana, que tras décadas centrando su operativa en Cataluña, ha crecido en Madrid, Navarra y Aragón. A estas regiones se suma ahora la Comunidad Valenciana, donde próximamente abrirá un estudio en Alicante.
Es una comunidad autónoma en la que DiR no tenía presencia con ninguna de sus marchas, entre las que están los gimnasios bajo su marca original; Jambox, que opera un club en Barcelona; BDiR, que son centros de menor tamaño y muchos de ellos franquiciados, y YogaOne, con la que suma 47 instalaciones, contando el nuevo proyecto en Alicante. En concreto, operará en el número 34 de la calle Condomina, a diez minutos de la Playa de la Almadraba.
A este proyecto se sumará un estudio en el barrio madrileño de Lavapiés, en el número 24 de la calle de Argumosa, cerca de Atocha, y otro más en el municipio catalán de Cerdanyola del Vallès. Con estas tres aperturas, la compañía alcanzará los cincuenta locales en España y sumará diez en Madrid. El resto se encuentran en Pamplona y Zaragoza, con una en cada ciudad, y en varios municipios de Cataluña, donde tiene 37 centros.
Con su marca original, DiR, opera 22 instalaciones en Barcelona y Sant Cugat del Vallès, a lo que se suman cinco franquicias que ha integrado en su red en los últimos años, trece BDiR y un estudio Jambox. La cadena también ha impulsado su oferta de entrenamiento online tras la pandemia y también se ha lanzado a ofrecer sesiones dirigidas al aire libre y fuera de sus clubes.
Todo ello ha empezado a monetizarlo. Mientras que la plataforma online cuesta 3,95 euros al mes, la outdoor se eleva a 19,99 euros, y la tarifa plus, que combina ambas, cuesta 22,99 euros cada mes. El contenido online está disponible en directo y bajo demanda.
La compañía ha refinanciado deuda con la banca por 6,1 millones de euros hasta 2026 y ha ampliado capital en 1,5 millones de euros con el apoyo de su propietario, Ramón Canela, según publicó Expansión semanas atrás. Más allá de los compromisos con acreedores bancarios, DiR debe hacer frente a 3,8 millones de euros obtenidos con el aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y otros 11,5 millones de euros comprometidos con los bonistas.
Además, la compañía pidió acogerse a créditos avalados por la Sepi por hasta 25 millones de euros y por Cofides, pero dichas solicitudes no salieron adelante. Sí que recibió el apoyo de Avançsa, empresa de la Generalitat, que hasta el momento ha inyectado 1,46 millones de euros de los 2,6 millones que la entidad se comprometió a aportar.
La cadena de gimnasios registró unas pérdidas de 8 millones de euros en 2020, según avanzó el diario Ara. La caída de las ventas en 2020, como consecuencia de la pandemia y el derivado cierre temporal de los centros, fue del 50%, hasta 25 millones de euros. Su clientela se redujo un 45%, quedando por debajo de las 64.000 personas. La empresa catalana aún está un 11% por debajo de los números de abonados que tenía antes de la crisis del coronavirus.