DiR cierra el ciclo. La cadena catalana de gimnasios, que durante el confinamiento presentó el servicio de entrenamiento para el hogar DiR a Casa, ha lanzado un servicio de pago para impartir al aire libre las clases dirigidas que ofrece en el club. De este modo, la compañía deja de dar servicio únicamente en sus instalaciones, para acercarse al cliente que desea entrenar desde casa o fuera del club.
Se trata de Outdoor DiRrigides.cat, una opción con la que el cliente puede elegir una actividad impartida por los técnicos de la cadena, el día y la ubicación que más le convenga para participar en una sesión grupal. Cada sesión cuesta 4,80 euros, aunque también pueden contratarse suscripciones por 19,90 euros.
La compañía ha preferido no desvelar detalles de esta iniciativa, pero según ha podido saber este diario permitirá a sus abonados utilizar este servicio de manera gratuita hasta que finalicen las limitaciones de aforo en los clubes. Quienes no estén inscritos, sí que tendrán que pagar por cada clase o bien adquirir una suscripción. De este modo, DiR busca dar servicio más allá de su abonado y ampliar su cartera de clientes.
Es un proyecto con el que también pretende fidelizar a los socios para que no se den de baja mientras duren los efectos de la pandemia, que ha provocado una caída de socios que prefieren no entrenar en el club y hacerlo en casa o al aire libre. Esta iniciativa llega cuatro meses después de que la empresa que creara la sociedad DiR Online, que pende de la matriz de DiR y que está especializada en la promoción y divulgación de la actividad física en todos sus ámbitos en un entorno digital.
DiR lanza Outdoor DiRrigides.cat para ofrecer entrenamientos dirigidos al aire libre y de pago en Barcelona
Las clases dirigidas que se imparten abarcan distintos tipos de yoga, meditación, taichi, boxeo, alta intensidad (Hiit), running, trail y otras disciplinas para quemar calorías, como Burn Camp y Bootcamp. También se incluyen clases coreografiadas, como sevillanas. Las actividades se imparten en espacios abiertos como el Parque Cervantes, la Ciutadella o Montjuïc, en la zona de la Barceloneta y el Puerto Olímpico. Las clases tienen entre seis y diez plazas y, para las sesiones con música, la compañía facilita auriculares inalámbricos para seguir las indicaciones de instructor.
DiR cerró 2019 en beneficios y con unos ingresos de 50,3 millones de euros, lo que supuso un incremento del 7,4% de la facturación respecto al año anterior, y un resultado antes de impuestos que superó los 700.000 euros. La compañía opera con su marca original de centros de gran tamaño y con YogaOne, BDiR y Jambox, las tres cadenas de franquicias que ha lanzado en los últimos años. En la actualidad, la cadena opera 67 instalaciones deportivas en España, entre clubes propios y locales franquiciados.
Un total de 16 complejos operan con la marca original, DiR, mientras que YogaOne cuenta con 38 estudios, por los 12 centros de BDiR, a los que se suma un club Jambox. En los últimos meses, la compañía ha optado por integrar gimnasios independientes bajo su marca DiR o BDiR, que se han incorporado a la red como franquicias. Las últimas incorporaciones han sido DiR Paradise Mataró, DiR Gimbe Manresa, BDiR Lleida, BDir Putxet y BDiR Sant Quirze, que se incorporó a la cadena a principios de septiembre.
La previsión de la empresa dirigida por Ramón Canela es dar entrada a otras cuatro instalaciones antes de que acabe el año. Se trata de DiR Metasports Polinyà, BDiR Parets y DiR Palau-Solità i Plegamans, todos ellos ubicados en el Vallès Occidental (Barcelona), y BDiR Figueres, que le permitirá ganar presencia en la provincia de Girona, donde opera una franquicia YogaOne. Todos estos complejos operarán como franquicias.
Recientemente, la cadena ha convocado a sus accionistas e inversores para pedirles aplazar el vencimiento de 2,5 millones de euros de deuda con los bonistas y revisar el tipo de interés de unos comrpomisos de pago que vencen el 30 de noviembre de 2020.