La práctica de actividad física es medicina para la longevidad. Quienes están entre el 25% de las personas más activas físicamente pueden vivir hasta 11 años más, según un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine. El entrenamiento contribuye a prevenir determinadas patologías y, llegada una edad, a ser más independiente al tener mejor movilidad. Sin embargo, no es la única palanca que se puede activar para promover el envejecimiento activo. El reto no es otro que vivir más y mejor, y para ello es preciso tener en cuenta todo tipo de factores que intervienen tanto a nivel físico como mental.
Un objetivo primordial especialmente entre aquellos países donde la población mayor de 60 años es cada vez más numerosa. En 2022 representaba en España un 26,4% del total, casi cinco puntos porcentuales más que hace veinte años atrás, cuando este segmento aglutinaba un 21,6%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Otro dato que corrobora la mejora de los hábitos de vida de los españoles es el incremento de la esperanza de vida: ha crecido de 81,7 a 85,7 años en el caso de las mujeres y de 74,5 a 80,4 años en los hombres entre 1995 y 2022, también según el INE. Es decir, que en las últimas tres décadas ellas han elevado su esperanza de vida en cuatro años, por los seis de ellos. Favorecer que la sociedad viva más y mejor es una necesidad de mercado que atienden compañías como Thomas Wellness Group, que trabajan con los centros deportivos para ofrecer servicios que van más allá de la práctica deportiva.
La compañía lleva dos décadas apostando por el diseño de espacios y la distribución de productos para potenciar el bienestar y la longevidad de los usuarios de los centros deportivos y hoteles. Una postura que va en sintonía con el desarrollo que está registrando a escala global la industria del bienestar, que en 2024 alcanzó una facturación de 6,8 billones de dólares (6,46 billones de euros), el doble que hace diez años. Y se espera que el mercado crezca un 42,2% hasta 2028, a un ritmo del 7,3% interanual, hasta 8,98 billones de dólares (8,55 billones de euros, según Global Wellness Economy Monitor 2024.
La esperanza de vida en España ha crecido de 81,7 a 85,7 años en el caso de las mujeres y de 74,5 a 80,4 años en los hombres entre 1995 y 2022
El creciente interés por parte de los usuarios de edades más avanzadas por cuidar su envejecimiento activo está provocando una transformación de parte del sector deportivo, que cada vez incluye más servicios y productos pensados en cuidar la salud de forma holística. Además de actividad física, también atienden aspectos como la nutrición, la salud mental o la recuperación. “Vivimos una época en la que el conocimiento se comparte de forma más fácil. Elementos como la medicina hiperbárica llevan muchos años en el mercado, pero se limitaban a deportistas de élite o personas que lo requerían para recuperarse de cirugías o tratamientos. Ahora su uso se ha democratizado y también la usan otros perfiles como empresarios que necesitan tomar decisiones que generan estrés y desgaste físico”, comenta Tomás Junquera, fundador y director general de Thomas Wellness Group.
La compañía española es proveedora de centros de alto rendimiento, pero también de gimnasios abiertos al público general. Muchos de estos, de hecho, han adaptado en los últimos años sus espacios para atender el incremento de la demanda de equipamiento vinculado a la recuperación o a determinadas terapias vinculadas a la longevidad.
Thomas Wellness Group Distribuye en España los equipamientos de Starpool, que están especialmente enfocados a la silver economy. Es el caso de las camas de recuperación Zerobody Dry Float y Zerobody Cryo. La primera permite a los usuarios flotar sin mojarse sobre agua a 37 grados, mientras que la segunda replica el efecto de una bañera de agua con hielo. Ambos productos favorecen la reducción del estrés y del dolor muscular, potencian la recuperación, regeneración y prevención de lesiones, y mejoran la circulación sanguínea.
Su uso está cada vez más extendido en el deporte de máximo nivel, pero también empieza a ganar adeptos en centros deportivos premium que quieren ofrecer servicios antiaging a sus clientes. “El agua fría se ha usado toda la vida, igual que los beneficios del calor, pero es ahora cuando empiezan a viralizarse los mensajes sobre sus beneficios”, asegura Junquera. En su portafolio también cuenta con cabinas de fotobiomodulación, saunas de infrarrojos, cámaras hiperbáricas y otros tratamientos avanzados como ozonoterapia, crioterapia o presoterapia.
Unas soluciones que cubren necesidades de todo tipo, desde acelerar la cicatrización y reparación de tejidos y mejorar otros trastornos de la piel a la desintoxicación, la mejora de la recuperación postquirúrgica, la mejora del sistema inmunológico, el apoyo en tratamientos oncológicos, la pérdida de peso o la relajación y bienestar general, entre diferentes beneficios. “Los clientes de los clubes que van incorporando este tipo de equipamientos reúnen principalmente tres factores: edades avanzadas, tener una mayor conciencia del cuidado y una actitud preventiva y también recursos económicos, porque para entrar en un programa de longevidad hay que tener en cuenta muchos aspectos”, aporta Junquera.
La demanda creciente de este tipo de servicios está estrechamente vinculada a la prescripción de la receta deportiva, un sistema que en los últimos años han empezado a incorporar diferentes comunidades autónomas y que está acercando al sector sanitario con el deportivo. “El deporte y la salud siempre han tenido que ir de la mano, sobre todo desde que hay evidencias científicas que demuestran que la actividad física nos mantiene vivos. Mantener un estilo de vida saludable ahorra el consumo de muchos medicamentos”, incide el director general de Thomas Wellness Group, que recuerda que “el cómo llegamos a viejos es el resultado de lo que se ha hecho en los últimos 30 años. La gente envejece de manera más sana y funcional hasta el último día”.
Este cambio de paradigma es el que, según Junquera, está provocando que “de forma natural, los centros deportivos cada vez encuentren un sitio a todas estas terapias y soluciones”. Una tendencia que empieza a cobrar fuerza y que, como ocurre con las pautas de alimentación, ha llegado para quedarse y complementar una cada vez más amplia oferta de servicios en los centros deportivos.